EL equipo de gobierno de la Diputación amenaza desde hace más de un año pero hasta ahora sólo habían sido amagos. Pero en estos momentos en que se cuestionan gastos y sueldos públicos, el organismo provincial quiere que todo el mundo fiche, así al menos les consta que acuden al puesto de trabajo del que reciben su remuneración. Otra cosa es si cobran por prestar servicio al organismo provincial o dedican su tiempo laboral a otras tareas ajenas a él. Después de vencer resistencias, el modelo de control ya ha comenzado a implantarse y para que nadie se dé por perseguido hay ejemplos de los dos principales contendientes políticos. Ahora se espera que acuda a su lugar de trabajo por ejemplo algún cargo público del PP con buena remuneración salarial en la Diputación o algún dirigente socialista emergente que también recibe la nómina de esta institución pública pero del que sólo se conoce su trabajo para el partido. Ayer, según el control rutinario, no ficharon. ¿Pedirán que se les descuente su ausencia de la mensualidad o es que ya se han pedido días propios? A veces la austeridad no consiste en rebajar los sueldos, sino en no utilizar al erario público para costear los trabajos , a tiempo casi completo, para el partido.

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