Juanma Moreno no baila en TikTok... de momento

21 de septiembre 2025 - 03:10

Juanma Moreno se estrena en TikTok para atraer a los jóvenes, pero nos tranquiliza: “No voy a bailar... de momento”. Sí está dispuesto a enredarse para llegar a sus entrañas. Bombardear a los electores con un discurso envuelto en papel de regalo y la mejor pose, sin que nadie te interrumpa con preguntas incómodas, es una tentación. Varios de sus consejeros ya sucumbieron y Moncloa ha inaugurado otra cuenta a la medida de Sánchez. Nunca es tarde para sumergirse en el resbaladizo terreno de Internet y colarse en el universo sometido al imperio del clic. Si su talante templado le llevó a conquistar Andalucía, sin más alardes, de forma casi milagrosa, no le resultará difícil conectar con la generación Z.

Moreno ya suma más de mil seguidores y podría no tardar en alcanzar a Feijóo, que apenas supera los cinco mil. Sánchez, con 45.000, tampoco está a una distancia insalvable, pero se antoja misión casi imposible acercarse a Santiago Abascal, que con 857.000 arrasa entre los que han nacido en este nuevo milenio. Puede parecer sorprendente, pero aún es más extraordinario que a Trump le siga una legión de obreros y ahí están. El populismo es contagioso. Y hace bien el presidente andaluz en animarse, porque la mayoría de contenidos que aparecen en TikTok bajo su nombre no le dejan en buen lugar con cientos de reels muy bien cocinados. Necesitará tiempo y generar muchos vídeos para replicar a tanta crítica despiadada contra su gestión. Las mismas que el PP airea contra sus adversarios, aunque con menor alcance, por ahora, para su disgusto.

El problema es que los dirigentes y los jóvenes confundan realidad con ficción. TikTok es política de escaparate. Y ante los problemas reales no existen atajos ni se pueden abordar a la misma velocidad que nuestros hijos pasan de un vídeo a otro. El PSOE ha recuperado la sonrisa y algo de pulso en los sondeos gracias a los últimos pasos errantes del PP. Pero la victoria de la derecha se da por descontada en las casas de apuestas. La polémica de la inmigración ha sido el punto de inflexión del despegue de Vox. Nadie se confiesa racista, pero nadie quiere un centro de menores en su barrio. Al parecer, como si presente y futuro inmediato no importaran, algunos ya ven a Abascal de vicepresidente de Feijóo y otros analistas lo sitúan en la oposición para no desgastarse, ofreciéndole apoyos puntuales. Hoy estas cábalas son pura ciencia ficción. Pero si un día ven a Moreno bailando en TikTok, no descarten ninguna posibilidad.

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