Cenacheriland
Ignacio del Valle
Tragarte tus palabras
HEMOS visto desde entrenadores tomando notas en un trozo de papel en pleno partido a otros haciéndolo en soportes tan sofisticados como el Ipad. Pero eso es lo de menos. La libreta del Mister no son unas simples notas. Junto a esa libreta hay un ser humano, una persona implicada con su trabajo, un entrenador que plasma en un papel una idea, un planteamiento, una táctica, un objetivo. No importa que el entrenador sea de primera división o de un equipo prebenjamín. Da igual que tenga el Título Nacional o el de Monitor de Fútbol Base. Todos los que nos consideramos entrenadores tenemos nuestra libreta, nuestro objetivo, nuestra ilusión.
"Lo que no vieron nuestros abuelos lo verán nuestros hijos", rezaba una pancarta en La Rosaleda en el partido de la previa de Liga de Campeones. ¡Qué gran frase! ¡Y cuánta verdad hay en ella! Pasando la barrera de los 40 años puedo decir que mis hijos de 13 y 9 años han vivido, deportivamente hablando, lo mismo que yo, lo que no vivieron nuestros padres. Tres títulos de la Selección Española. ¡¡¡Campeones del Mundo de Fútbol!!! Además de otros éxitos deportivos a nivel mundial en baloncesto, balonmano, tenis, motociclismo… y un largo etcétera.
Pero hoy no toca hablar de los éxitos nacionales que tanta alegría nos han dado y lo seguirán haciendo. Hoy es el turno del Málaga, de "mi" Málaga. Con la tan merecida vitola de equipo ascensor que nos ha acompañado durante años y, sin ningún éxito de consideración, exceptuando la peculiar Copa Intertoto, nos presentamos en el año 2012 con nuestro Málaga como cuarto clasificado en la Liga Española. No muchos meses atrás nos conformábamos con el puesto número 17 de la clasificación. Sí, ése que hemos celebrado más de una vez como si fuera la final de la Champions, ése que nos ha reunido a todos los malagueños en la Fuente de Las Tres Gracias. Ese cuarto puesto nos daba un boleto para jugar una eliminatoria que, en caso de solventarla favorablemente, nos abriría la puerta de la gloria, la Liga de Campeones.
La Libreta del Míster, el folio, la cuartilla, el trocito de papel se empezaba a llenar de notas. El entrenador del Málaga empezaba a escribir en ella su objetivo, no el personal sino el colectivo. Pero con el paso del tiempo de esa libreta iban desapareciendo notas. Las que el entrenador plasmaba con desbordante ilusión, alguien las borraba. De esas notas desaparecieron nombres importantes para la ilusión que se había generado. Uno tras otro. Y los huecos en blanco no eran rellenados por otros nombres. Incluso se habló de hacer desaparecer la libreta del Míster. Y con la libreta se iría el Míster. Son inseparables.
Pero la vida siguió y llegó la hora del sorteo del boleto que nos había regalado la cuarta plaza liguera. Los huecos en blanco ya estaban llenos. No había nombres en esos huecos, había ilusión. Una ciudad entera esperaba con entusiasmo el sorteo. Queríamos comprobar cómo había cubierto el Míster los huecos de la libreta. Y llegó el Panathinaikos. Y vimos un solo equipo en La Rosaleda: nuestro Málaga. Y fuimos a Grecia a luchar por la ventaja conseguida y no pasamos apuros. Y llegó el sorteo de la fase de grupos y ahí había un equipo que nunca había estado. Ese equipo es el Málaga. Incluso alguno se atreve a decir que el grupo es asequible. ¿Quién nos ha visto y quién nos ve?
Y también llegó el primer partido. Contra un grandísimo equipo, contra el favorito del grupo. Y el Málaga vence 3-0. ¡No podemos pedir más!, ¿o sí? Y la libreta sigue tomando notas. Y con ellas vuelve otra vez la ilusión.
"Si me marchara del Real Madrid jamás me iría al Málaga" dijo un entrenador que también toma notas, también tiene libreta. Menos mal que el nuestro tiene algo más que no se plasma en un papel. Es menos expresivo, pero más humilde y sensato.
Sólo puedo decir que me alegro que esa libreta siga en Málaga. Gracias, Míster.
También te puede interesar
Cenacheriland
Ignacio del Valle
Tragarte tus palabras
La esquina
José Aguilar
Por qué Sánchez demora su caída
Las dos orillas
José Joaquín León
Noticia de Extremadura
Notas al margen
El PSOE batalla contra sí mismo
Lo último