Un maestro generoso

08 de febrero 2025 - 03:07

El pasado 3 de marzo falleció Elías Díaz. Tenía noventa años. Fue, ante todo, un intelectual honesto y comprometido y, desde luego, un maestro generoso con quienes tuvimos el privilegio de tratarle como alumnos, discípulos o amigos. Un defensor ejemplar de la democracia durante los tiempos difíciles del franquismo y durante toda nuestra historia democrática. Además, fue también un paladín infatigable del socialismo democrático en nuestro país. La democracia y el socialismo y, en particular, su relación fue dos de los temas que, probablemente, más le preocuparon, tanto en la teoría como en la práctica política, siempre con la mirada puesta en nuestro país.

Los hitos de su vida intelectual son muchos y conocidos me detendré sólo en dos: como maestro de la filosofía del Derecho y como director de la revista Sistema. Elías Díaz fue un maestro indiscutible de la Filosofía del Derecho, desde su cátedra de la Universidad Autónoma de Madrid, desde la que comenzó una renovación de esta disciplina desde sus obras de finales de los sesenta –en particular, desde su clásico, Estado de Derecho y Sociedad Democrática (1966)-. La renovación de la filosofía del Derecho no sólo fue teórica vino de la mano de la formación de una escuela de varias generaciones de destacados filósofos del Derecho: Francisco Laporta, Virgilio Zapatero, Liborio Hierro, Manuel Atienza, Eusebio Fernández, Alfonso Ruiz Miguel, Juan Carlos Bayón, Julián Sauquillo, Pablo de Lora, Cristina Sanchez y algunos más. Si su cátedra fue un espacio de diálogo y de apertura de nuevas perspectivas en su disciplina, la revista Sistema, se convirtió, igualmente, en un punto de encuentro no sólo de la filosofía sino también de las Ciencias Sociales desde la España de las postrimerías del franquismo (el nº 1 se publicó en 1973) hasta hoy.

Para mí, Elías Díaz será siempre ese profesor generoso, al que conocí en las aulas de la Universidad Autónoma de Madrid a finales de los setenta en primero de Derecho. Sus clases estaban siempre llenas y siempre bien preparadas, muy precisas y con paréntesis que enriquecían las explicaciones, iluminaban la filosofía del Derecho con autores como Hart, entre muchos otros. Gracias a él supe lo que era el uso alternativo del Derecho, la sociología del Derecho y oí hablar de Norberto Bobbio. Recuerdo aquel Departamento de puertas abiertas donde podías subir y atendía tu curiosidad en las tutorías. Ahí me habló del krausismo, de la Institución Libre de Enseñanza, de Fernando de los Ríos. Años más tarde, me propuso que hiciera una primera recensión para Sistema. Luego me vine a Málaga pero siempre mantuve la relación con él, ya fuera a través del envío de sus trabajos –le gustaba la relación epistolar- o a través de las largas llamadas de teléfono en las que nos poníamos al día –que siempre cogía Maite, siempre amable- todos estos años. Una gran pérdida. Elías Díaz, un intelectual comprometido y un maestro generoso al que debemos seguir leyendo.

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