La esquina
José Aguilar
Yolanda no se va, se queda
Si firma un señor de Tomelloso pues su opinión no es lo mismo que un señor de Málaga". Así despachaba el alcalde las 30.000 firmas a favor de un bosque urbano en los terrenos de Repsol, en una entrevista este lunes en la SER. La razón que aludía es que esas firmas habían sido recogidas por Internet, a través de Change.org. "Tengo la impresión que habrá firmas de Málaga, de Coruña, de Barcelona, de Madrid, porque es una plataforma nacional". Naturalmente, ¿quién en Barcelona o en Tomelloso no está preocupado ahora mismo por el proyecto de los terrenos de Repsol? En cambio, a las 13.000 firmas en contra del proyecto de la Junta del Metro al Civil sí que les encuentra mucha validez, porque "aquí lo que es evidente es que las firmas que hay son hechas, me parece, que presencialmente en la zona", según señalaba en la misma entrevista. La cosa no deja de ser simpática, porque a la manifestación convocada precisamente contra ese proyecto del Metro al Civil acudieron tan solo 140 personas, se ignora si de Tomelloso, y dos ediles, estos sí que de Málaga.
Pero llama la atención la desconfianza del alcalde hacia 30.000 firmas por el hecho de proceder de Internet, fuente de todo Mal, y la confianza sin embargo hacia las otras 13.000 firmas por el hecho de recogerse en papel, aunque tan solo 140 personas acudieran finalmente a la manifestación. El alcalde mete a Change.org en el mismo saco que a los trolls, las noticias falsas y a todo lo que viene de Internet en general, que desde ciertos sectores se quiere mostrar como un ente homogéneamente falso y malicioso. ¿Estará Putin detrás de esta campaña por el bosque urbano? ¿Trump? ¿Por qué nos atacarán desde Tomelloso?
No cabe duda de que no es oro todo lo que reluce en Internet, pero quizá se nos esté yendo un poco la mano magnificando la amenaza que supone. Esta semana el magistrado Joaquim Bosch, portavoz de Jueces para la Democracia, denunciaba que "la tercera parte del terrorismo que investiga la Audiencia Nacional son tuits y chistes", y que "nuestro sistema de penas es duro contra todo aquello molesto o que genera críticas". Quizá, y solo quizá, habría que barajar que en Tomelloso les importe una higa los terrenos de Repsol, y que estos de las firmas no sean gigantes, vuesa merced, sino simples malagueños. Aunque algo cabreados.
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