Reflejos de Málaga
Jorge López Martínez
¡Que viene el ‘loVox’!
Ycalvo se va a quedar Feijoo antes de llegar a la Moncloa si sigue actuando con la misma impunidad y desfachatez que el actual gobierno socialista. Las encuestas no paran de augurar una subida exponencial de Vox en la intención de voto sin que en el PP se enteren por donde, ni por qué, se les estén disipando sus votantes. Analicen y apliquen la simple lógica. Comiencen por preguntarse por qué el PSOE, aunque esté gobernando, que eso es cuestión de matemáticas y no de ganar las elecciones, ha venido perdiendo votos y escaños en todos estos años. Desde la moción de censura a Rajoy que les dio el poder, Sánchez y su Gobierno ha venido engañándonos reiteradamente, tanto en las promesas electorales como en las actuaciones del Gobierno. Han sido opacos, han negado reiteradamente obviedades y nos han colmado de explicaciones para tontos, con tal jeta que hasta parecía que se las creían ellos mismos.
Solo en este último año, han sido reprobados seis ministros, ha habido caos y desastres en los que, con toda indecencia se han auto felicitado por su buen hacer. Jamás han reconocido un fallo, jamás se han equivocado, todo cuanto se ha venido descubriendo de corruptelas, negligencias y errores, ha sido negado, culpando de ello a la oposición, a los jueces, a la Uco, cuando no a los propios españoles que ellos encuadran en la “fachosfera”. Ha habido motivos más que suficientes para que dimitiesen o les dimitiesen, ministros, directores generales, fiscales, el general principalmente por estar imputado, el presidente del Tribunal Constitucional por ser un subordinado del Gobierno, etc., etc. Pero nunca se ha producido una dimisión (salvo en el caso de Ábalos y Cerdán, por razones demasiado obvias, aunque hasta el último momento pusieron la mano en el fuego por ellos). Pues bien, últimamente el PP ha tenido dos ocasiones para demostrarle al pueblo español que ellos son diferentes. Que la dignidad está por encima de los intereses particulares y el mantenimiento del sillón. La primera ocasión la dejó pasar Feijoo, y se equivocó. Fue con la catástrofe de Valencia. Doscientos muertos no se despachan pidiendo perdón. Mazón tenía que haber dimitido o haber sido depuesto de la presidencia de la Generalitat. La segunda ocasión la tiene nuestro presidente andaluz, Moreno Bonilla. El cribado negligente de las mamografías que afectan a más de 2.000 mujeres, no puede quedarse impune. Hay una responsabilidad política, que corresponde a la consejera de sanidad que debe dimitir de inmediato, y unas responsabilidades médicas que deben ser depuradas y penadas en su caso. El PP y, en este caso, el presidente de la Junta, no puede liquidar este asunto con una simple disculpa y esperar a que este caso lo tape otro. Eso es lo que viene haciendo el Gobierno del PSOE. Si el PP hace lo mismo, ahí tienen la respuesta al trasvase de votos a Vox.
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