La pasarela de madera de 270 metros de longitud que será instalada en la parte final del río Guadalhorce para hacer posible la conexión peatonal de sus márgenes toma forma. Y lo hace en unas instalaciones de Asturias, donde la empresa encargada de la actuación ha comenzado el ensamblaje de las piezas necesarias. La envergadura de la estructura obligará a desplazarla a Málaga por fases. Se prevé que sea la más grande de Europa. La intención es que la colocación arranque a finales de noviembre, siendo factible que esté completada en enero.
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