Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Pocos organismos públicos habrá en el mundo occidental-democrático tan descaradamente partidistas como el Centro de Investigaciones Sociológicas desde que pusieron de director a José Félix Tezanos. Por cierto, tuvieron que echarlo de la ejecutiva federal del PSOE porque él no veía incompatibles los dos cargos. Le parecía normal.
Desde entonces no ha parado de hacer trampas. No es que haya “cocinado” los datos de sus encuestas para favorecer algo o mucho las expectativas del Gobierno que abona su nómina –con dinero de todos los españoles, claro está–, es que las pone al servicio de su partido en cada coyuntura y circunstancia. Sin disimulos, ni matices ni coartadas científicas o técnicas.
Con Tezanos el CIS ha traspasado todas las fronteras del servilismo demoscópico. Es la única compañía de sondeos entre las españolas que pronostica que el PSOE ganaría unas elecciones generales si se celebraran ahora. ¡Qué digo ganar!: que le sacaría quince puntos de ventaja al PP. Es taumatúrgico: mientras más rodeado de escándalos está Pedro Sánchez y más dificultades tiene para seguir gobernando, más votos y escaños futuros le atribuye el CIS y menos se comprende por qué Sánchez no disuelve y convoca ya mismo. El que puso a Tezanos en su cargo es el primero que no confía en sus encuestas. El último barómetro del Centro, el de octubre, mejora la posición preelectoral de Vox dejándolo apenas dos puntos por debajo del PP... y creciendo. Ya digo que Tezanos obedece fielmente en cada coyuntura: la última “realidad alternativa” que manda construir la Moncloa es no sólo que Sánchez le gana a Feijóo sino que Abascal va a desbancar a Feijóo. Para poner nervioso al líder del PP y para inducir al electorado de izquierda radical que todavía no ha abandonado a Sumar o Podemos a que pase a engordar el único voto útil progresista.
Kiko Llaneras ha desmontado en El País toda esta fantasmagoria. Desde 2018 el CIS ha sobreestimado las expectativas de la izquierda en 41 de las 42 elecciones celebradas (le adjudicaba más votos de los que sacó cuando al fin se celebraron) y sus estimaciones de voto no se corresponden con los propios datos del CIS. Están falseadas. En 2023 el PP logró más votos que el PSOE, pero la muestra del CIS sondeaba a más personas que recordaban haber votado al PSOE que al PP. El doble, exactamente. Y se sigue usando.
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