Retirada estratégica

23 de octubre 2025 - 03:06

Ala considerada fontanera de Ferraz, Leire Díez, que trabajaba a las órdenes de Santos Cerdán, le gusta presumir de periodista de investigación, pero ni es periodista, ni ha escrito un reportaje ni un libro en su vida. En cuanto a investigación, su torpeza puede tener consecuencias desastrosas. Para sacar información explica que trabaja para las más altas instituciones, más altas incluso que Santos Cerdán, lo que lleva a deducir a sus interlocutores que cumple las pautas marcadas por el propio Pedro Sánchez.

Es fantasiosa, pero se mueve con una soltura que indica que se siente respaldada por el partido y por el Gobierno, y en su osadía no dudó en pedir cita con un fiscal de prestigio diciendo que Cerdán quería reunirse con él. Es ella quien llega a la cita acompañada de su empresario de confianza y cuenta que representa al secretario de organización del PSOE. Un Cerdán que hoy se encuentra en prisión provisional porque el juez ante el que compareció teme que pueda destruir pruebas que son clave para conocer lo que a todas luces son las cloacas del poder.

Leire Díaz se entrevistó con dos fiscales, Grinda y Stampa. En sus encuentros, la fontanera, que peca de lenguaraz y está metiendo en un buen lío a quienes considera sus jefes -si lo son, puede que sí y puede que no-, explicó a los fiscales que a raíz de la imputación de Begoña Díaz el presidente quiere “limpiar todo, caiga quien caiga”.

Para darse más importancia y presumir de que es persona de confianza de altos cargos, aporta algunas informaciones que obligan a investigar a fondo no solo a Pedro Sánchez sino también a Zapatero. Explicó que el ex presidente tiene negocios importantes con un personaje chino más bien oscuro. Y como es de dominio público que Zapatero efectivamente ha abierto puertas comerciales con China, ha promovido que el propio Sánchez haya viajado a China varias veces, la agencia de José Blanco lleva asuntos de China, y el gobierno continúa apostando por Huawei como suministrador tecnológico aunque la UE y Estados Unidos han bloqueado a esa empresa participada por el gobierno chino, pues la situación de Pedro Sánchez empieza a ser muy cuestionada.

Sumar marca distancias día a día, y el lapsus de Yolanda Díaz sobre el “gobierno corrupto” a lo mejor no era tal lapsus sino decir en voz alta lo que piensa. ERC no quiere saber nada de Sánchez, aunque apoya a Salvador Illa. Y Puigdemont declara que es necesario un cambio de ciclo. El PSOE y el Gobierno no pueden encogerse de hombros, indiferentes a lo que siga y haga Leire Díez. Trabaja para ellos desde hace mucho tiempo, conoce como se mueven, hasta dónde están dispuestos a llegar. Le ha perdido la idea de que ese enganche, trabajar para el gobierno y el partido de gobierno, le permite gozar de inmunidad. Esa confianza la puede llevar a donde no quería: a caer, y que en su caída arrastre a altos cargos del sanchismo.

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