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La Asociación de Armadores de Embarcaciones: "Hay que atraer a la gente del norte de Europa para que venga a navegar a la Costa del Sol"

El presidente de la Asociación de Armadores de Embarcaciones de Benalmádena, Manuel Romero, en una imagen reciente.

El presidente de la Asociación de Armadores de Embarcaciones de Benalmádena, Manuel Romero, en una imagen reciente. / Mercedes Bryan (Málaga)

En enero de 2021 se fundó la Asociación de Armadores de Embarcaciones de Recreo de Benalmádena, una organización que con "ánimo colaborativo" busca reunir a los propietarios de barcos y a las autoridades de Puerto Marina para mejorar sus instalaciones y sus servicios. Lo van consiguiendo, poco a poco, pero su presidente, Manuel Romero, aún mantiene una lucha pendiente: el fomento de la náutica como negocio que atraiga turistas a la Costa del Sol.

–¿Cuál es la situación actual de la náutica en España?

–Las administraciones públicas siguen sin buscar formas para que la náutica sea un negocio. España es un país con un clima privilegiado, especialmente el sur, Andalucía. Aquí se puede navegar todo el año. En otros países como Croacia, con un clima feroz en invierno, su gobierno se ha preocupado de buscar vías para fomentar la náutica para que se convierta en un negocio. Por eso Croacia es, desde 1992, el número uno de Europa en chárters –empresas dedicadas al alquiler de barcos, veleros y motoras a particulares–. En la Costa del Sol, al contrario, si encuentras una empresa de chárter con cinco o seis barcos como mucho, tienes suerte. Y hay cuatro o cinco empresas que se dediquen a eso. En Croacia encontrar empresas de chárter con cientos de barcos en su flota es fácil.

"Las administraciones siguen sin buscar formas para que la náutica sea un negocio"

–Entonces, ¿qué medidas se pueden llevar a cabo para impulsar el sector náutico?

–En primer lugar, una política fiscal diferente, es decir, no tratar a la náutica como una actividad “de ricos” porque no lo es. En segundo lugar, dar ayudas, que no tienen por qué ser subvenciones, a las empresas de chárter, para que los turistas vengan aquí a navegar con barcos de alquiler. Y en tercer lugar, la gestión de los puertos, que pertenecen al Estado y los tiene delegados a la Junta de Andalucía. Hay personas que opinan que la gestión de los puertos no se puede dejar en manos de la Administración pública, sino que debería ser privada, porque un privado siempre se va a preocupar de que el negocio funcione y se estimule.

–¿Y de manera concreta en Andalucía qué se puede hacer?

–Lo mismo que se ha hecho con el golf por parte de la Junta de Andalucía en la Costa del Sol, que se llama Costa del Sol-Costa del Golf, lo mismo hacerlo con la náutica. Se han facilitado las licencias, la apertura de nuevos campos, en general se ha facilitado la promoción de la actividad. Y ha sido un éxito: Marbella, Mijas... está todo lleno de campos de golf, y la gente viene a ellos desde el extranjero. Pues hacer lo mismo con la náutica.

"Aplicar la misma política fiscal para un barco de 6.000 euros que para uno de 50 millones es erróneo"

–¿Cree que no se hace eso con la náutica porque no es una actividad que le interese tanto a los extranjeros?

–Pero si media Europa se va en verano a navegar a Croacia. Ahora todos los franceses, alemanes... están allí. Y si te vas a Baleares está plagado de veleros de alquiler.

–Si Baleares está lleno de veleros sí se está promocionando la náutica por parte de la Administración, ¿no?

–No. En Baleares lo que ocurre es que el mundo privado se ha movido mucho para conseguir que funcione. Y además, en Baleares aunque no hagas nada, funciona, porque allí hay muchísima demanda. Pero la Costa del Sol no es Baleares. En la Costa del Sol o te promueves o te quedas en la cola. Se trata de traer gente, que la gente del norte de Europa venga a navegar aquí.

–Recientemente el Gobierno aprobó el Decreto Ley que eliminaba el descuento de 20 céntimos por litro a la embarcación de recreo en España, ¿por qué creen que la náutica ha sido el único sector excluido de esta medida?

–Si el criterio que ha seguido el Gobierno es que lo que se considera “lujo” se excluye de la bonificación, se la quitamos a todo el lujo, no a una parte del supuesto lujo. ¿Por qué a alguien con un Ferrari le abonas 20 céntimos por litro y a nosotros nos lo quitan? Es muy sencillo de entender. Además, no se puede legislar igual para un barco de 6.000 euros que para uno de 50 millones. Aplicar la misma política fiscal es erróneo. Y además con precios diferentes en función de cada Puerto: en Santa Eulalia (Ibiza) el combustible está a 2,19 euros el litro, y aquí, en Puerto Marina, 2,24.

-¿Qué consecuencias tiene la eliminación del descuento para el sector en general?

–Si se mantiene el precio tan alto de la gasolina, la gente acaba vendiendo los barcos, porque sale carísimo salir a navegar. Pero hay toda una industria alrededor que interesa mantener: los varaderos, los mecánicos, los que pintan los barcos... Es decir, no sólo es el propietario el perjudicado, también el entorno.

-La asociación lleva un tiempo reclamando alternativas de repostaje en Puerto Marina, para no depender de la única estación que hay ahora.

–Sí, como los camiones cisterna. En el Puerto hay un monopolio por parte de Repsol, que además de injusto, es ilegal. Si solo hay una gasolinera y Repsol impone un precio, que además es desorbitado, que la Gerencia habilite un amarre para que vengan camiones cisterna homologados para aquellos que prefieran repostar ahí y no en la estación de servicio del Puerto. En el Puerto pedimos mercado libre. Que la gente pueda elegir dónde comprar y a qué precio.

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