Benalmádena busca alternativas para reabrir la plaza de toros

Hace poco más de un año saltó la noticia: la Junta de Andalucía prohibía la celebración de cualquier tipo de espectáculo en la plaza de toros de Benalmádena pueblo ya que ésta contaba con una serie de deficiencias en materia de seguridad. Desde entonces, y tras llevarse a cabo un proceso administrativo para retirar la concesión a su adjudicatario, el coso benalmadense permanece cerrado a cal y canto, aunque ya hay dos empresarios que se han interesado en hacerse cargo de la instalación, según fuentes del equipo de gobierno.

Por el momento los empresarios taurinos, que han visitado la plaza en un intervalo de dos meses, se han comprometido a trasladar al Ayuntamiento sus propuestas iniciales en lo que se refiere al recinto. Así, el edil del PP Enrique Moya explicó que el Consistorio está abierto a todas las posibilidades para dar viabilidad a la instalación, pues la plaza requiere una gran inversión para acondicionarla y que cumpla la normativa vigente.

"Las partes interesadas han ido con un arquitecto para estudiar el estado del recinto, aunque por ahora no hay nada nuevo. Lo que sí tenemos claro es que la persona que se quede con la concesión debería hacerse cargo de la inversión necesaria", detalló la edil de Obras Públicas, Concha Cifrián. También se plantea darle más usos y que se realicen otro tipo de espectáculos, además de los taurinos, para revitalizar el espacio. No obstante, Moya informó que por el momento no hay nada concreto y que todo dependerá de la "inventiva" de los empresarios en el caso de que se opte por volver a sacar a concurso su explotación, algo que estaba previsto para este año por el anterior equipo de gobierno.

Los principales problemas se centran sobre todo en la zona de las bocanas. Estas puertas sólo garantizan la salida de unas 600 personas en caso de emergencia, a pesar de que la plaza dispone de un aforo de 2.900 personas. De hecho, las obras necesarias conllevarían la pérdida de unas mil localidades al tenerse que ampliar los espacios destinados a emergencias. Tampoco cuenta con zonas habilitadas para discapacitados. Por ello la administración autonómica prohibió la celebración de actividades en el coso, lo que impidió que en la feria del año pasado se realizara la tradicional suelta de vaquillas.

El Consistorio puso en marcha en julio de 2011 el proceso administrativo para retirar la concesión al adjudicatario, que disfrutaba de ella desde mediados de los noventa. Las razones se basaban en que el gestor debía llevar a cabo unas labores de mantenimiento y mejora que nunca justificó debidamente.