Casares regula el estado de sus chiringuitos
El Ayuntamiento prevé culminar en unos días el traslado del establecimiento La Sal, el último de los cuatro existentes
El Ayuntamiento de Casares culminará la reubicación del chiringuito de La Sal en los próximos días. Cuando concluya el traslado, los cuatro establecimientos de playa de que dispone el litoral del municipio, de unos tres kilómetros de longitud, se ajustarán a la normativa que regula las instalaciones de este tipo de locales.
El retranqueo del chiringuito de La Sal es el más complejo de los cuatro. La instalación es de madera y mampostería, lo que obliga a derribarla y edificar otro local en la zona de servidumbre, la habilitada para establecer este tipo de establecimientos. La actuación, que cuanta con la autorización de la Junta de Andalucía y de Demarcación de Costas, órgano que depende del Ministerio de Medio Ambiente, supondrá un coste de unos 150.000 euros, que sufragará el propietario del recinto. El regente cuenta con una concesión que vence en 40 años.
Los locales la Mar Sala, junto al Río Manilva, y Bahía Beach, situado en la playa de Piedra Paloma, ubicados ambos en la zona de servidumbre, son de madera, lo que permitió desmontarlos y reubicarlos, actuaciones que se emprendieron en 2007. Las concesiones de ambos expiran en 2022. El cuarto local, el Marina, en playa Ancha, cuenta con una autorización de Demarcación de Costas para poder estar hasta 2022 en zona de dominio público.
El litoral del municipio contará este verano con cuatro zonas de hamacas y tres canales náuticos, además de los cuatro chiringuitos. La zona de hamacas se reduce en un lote respecto a la del verano pasado después de que un club de playa renunciara a ella. Dos de las tres vías náuticas se instalarán en los extremos del litoral para que los aficionados a los deportes de agua puedan acceder a las zonas que no estén ocupadas por los bañistas. La tercera vía la utilizarán socorristas y servicios de emergencia.
El equipo de gobierno está a la espera que la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol comience las reuniones para abordar el balizamiento del litoral de la comarca. La temporada estival en Casares comienza en julio. En Semana Santa, por ejemplo, la mayor parte de los chiringuitos permanecen cerrados.
El primero en abrir las puertas lo hace entre marzo y abril. "El periodo estival en el municipio es muy diferente a la de Marbella. Hay una menor afluencia de turistas en la época que no es propiamente veraniega", señaló ayer el concejal del ramo, Juan Jesús Rodríguez.
Precisamente, Marbella ya ha definido cómo repartirá los servicios de sus playas el próximo verano. Contará, entre otras prestaciones, con 157 lotes de hamacas y sombrillas cuyas extensiones oscilarán entre los 40 metros cuadrados y los 600, con 31 chiringuitos de 150 metros cuadrados de superficie y 38 puestos de masajes. En el agua se habilitarán 21 zonas náuticas de cien metros cuadrados cada una.
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