La Nava, ejemplo de aprovechamiento natural

La finca La Nava, ubicada en el Parque Natural Sierra de las Nieves, dentro de los límites del término municipal de Parauta, tiene una extensión aproximada de 800 hectáreas y pertenece a la familia que actualmente la gestiona desde hace alrededor de 45 años. Las especies vegetales que se pueden contemplar en el cortijo tienen un alto valor ecológico, siendo las más significativas el pinsapo, que forma una importante masa forestal, el pino, la encina, el alcornoque o el quejigo. En cuanto a la fauna silvestre cabe destacar la presencia de gamos, muflones, jabalíes o corzos moriscos, estos últimos en proceso de reintroducción. En lo referente a ganadería, además de otros animales, la finca la Nava ha apostado por la cría y mantenimiento de la vaca pajuna, una raza bovina autóctona en peligro de extinción, que se caracteriza por ser dócil y rústica y una estupenda transformadora de pastizal, monte y rastrojo.
Clara Freiherr von Fürstenberg, responsable de la gestión de la finca La Nava junto a su familia, ha explicado que el espacio natural del cortijo está sometido a diferentes usos, ya que se realizan actividades cinegéticas, forestales, turísticas y ganaderas, todas ellas cuidadosamente estudiadas para mantener el actual aprovechamiento sostenible del medio a través del cual se ha conseguido que las especies animales y vegetales se desarrollen en óptimas condiciones y gocen de un alto grado de salud, lo que garantiza su conservación.
La responsable apuntó que para llegar al equilibrio medioambiental es necesario tener en cuenta una serie de factores y condicionantes; la actividad cinegética contribuye a mantener constante la población de fauna silvestre garantizando el buen estado sanitario de los ejemplares y controlando la carga de animales que puede soportar el ecosistema. Además, los turistas que deciden hospedarse en el cortijo tienen la oportunidad de observar a estos animales en su entorno natural, realizar fotografías, identificar especies, huellas, etcétera. En este sentido, los ingresos obtenidos por la actividad turística y cinegética son dedicados a hacer actuaciones silvícolas en la densa masa forestal de la finca La Nava, lo que es imprescindible para minimizar el riesgo de incendios o evitar plagas, propiciando de esta manera la regeneración del bosque y garantizando su buen estado de conservación. Para completar el proceso de retroalimentación natural y aprovechamiento sostenible que han conseguido desarrollar en este espacio, la madera resultante de las actuaciones silvícolas es utilizada para calentar las casas rurales con las que cuenta el cortijo.
La finca dispone de tres casas rurales con una capacidad total de 20 plazas en las que pueden hospedarse los turistas que quieran disfrutar de un entorno y unos paisajes únicos en pleno corazón del Parque Natural Sierra de las Nieves.
Para finalizar, Clara Freiherr von Fürstenberg explicaba que desde la finca La Nava se están planteando añadir una nueva actividad con un enfoque social y educativo poniendo a disposición de la sociedad los recursos naturales del cortijo. En este sentido, les gustaría crear unas aulas de naturaleza en las que se impartan cursos de formación forestal para que "al mismo tiempo que las personas tienen la oportunidad de adquirir conocimientos, se realicen actividades prácticas que son imprescindibles para la conservación del medio natural".
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