Vuelta a los orígenes marineros
Pescadores de la barriada fuengiroleña de Los Boliches rememoran dos veces al año la conocida como tira del copo, un arte de pesca tradicional que ahora está prohibido
Hay costumbres y tradiciones que ya sólo quedan en la memoria, y en las manos, de los más veteranos, pero que a veces se rescatan como símbolo de lo que fue una época. Una de ellas es la conocida como tira del copo, un arte de pesca que ayer se escenificó en la barriada marinera de Los Boliches de Fuengirola. La actividad, que se ha convertido en todo un espectáculo turístico, está organizada por la Peña Bolichera con la colaboración del Ayuntamiento fuengiroleño.
Actualmente esta forma de pesca está totalmente prohibida, ya que las redes arrastran también los peces inmaduros. Sin embargo, dos veces al año los participantes solicitan un permiso especial a la Junta de Andalucía para realizar una exhibición y para que este sistema no quede en el pasado. La tira del copo se lleva a cabo el día de la Virgen del Carmen, que coincide con las fiestas de la barriada, y el 15 de agosto, que es fiesta nacional.
A las nueve en punto de la mañana una docena de pescadores se reunieron frente al hotel Yaramar, en un limitado espacio de arena donde hay atracadas varias barcas de pequeñas dimensiones. Allí se afanaban en preparar la red que se iba a utilizar para la tira, la cual, como no podía ser de otra forma, era de tipo "bolichito". "La red que usamos es totalmente artesanal, confeccionada por nosotros mismos", explicaba Salvador Crespo, uno de los participantes.
Apenas una hora después cinco pescadores se subieron a un bote de remos para tirar la red cerca de la orilla. El copo consiste en echar una red en tres puntos distintos, formando una especie de triángulo o semicírculo. Dos de ellos están situados en tierra y el otro a no mucha distancia de la orilla. La barca entonces vuelve con otra cuerda y es cuando dos equipos se encargan de tirar de la red desde la orilla poco a poco. De esta forma el "bolichito" crea una bolsa y captura todo lo que hay a su paso, pues la red finalmente termina en la superficie y con los extremos unidos. Hay que tener mucho cuidado para que no se raje y conseguir todo el pescado posible, por lo que los dos grupos tienen que estar totalmente coordinados.
"Esta vez hemos tenido más gracia que en años anteriores. Hemos pillado un rodaballo, una caballa, sarguitos y dos herreras. También hemos capturado un pez araña, aunque es muy peligroso si te pincha", detallaba Salvador. Sin embargo, toda la captura del día se devolvió al mar, ya que los pescadores sólo quisieron demostrar cómo se realizaba este arte de pesca que durante muchos años fue el principal modo de vida de este barrio marinero de Fuengirola.
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