El burro taxi, debate abierto

Su abuelo acarreaba la harina desde Mijas hasta Fuengirola a lomos de sus burros. Su padre, piedras y arena para la construcción. Hasta que al terminar la jornada los turistas les pedían hacerse fotos y dar una vuelta por el pueblo montados en ellos. Así es como surgió la idea. Ahora, Antonio es uno de los pocos arrieros que en Mijas continúa esta tradición que se remonta a los años 60. Sin embargo, las críticas en torno a los burro-taxis han aumentado en los últimos meses. Dos denuncias por maltrato animal ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, vídeos que evidencian un comportamiento poco gratificante y varias manifestaciones han reabierto el debate sobre el futuro de este servicio en el municipio, seña de identidad del pueblo de Mijas.

"Si realmente viera que están siendo maltratados sería la primera en retirarlos, pero no es así", comenta la concejala de Transportes, Nuria Rodríguez, quien señaló que desde el Ayuntamiento se están llevando a cabo diferentes iniciativas para la mejora de la calidad de vida de estos animales. "Una de las principales críticas de los animalistas es que estos están atados con cuerdas muy cortas y no se pueden mover, pero es que si fuera más larga se podrían morder entre ellos", explica. Para ello, en las próximas dos semanas se acondicionará el área de descanso de los burros, junto a la parada, frente a la plaza Virgen de la Peña, con la construcción de "boxes" que doten al animal de una mayor autonomía.

Al mismo tiempo, el Consistorio cederá a los arrieros unos terrenos en la cantera del Puerto para habilitar nuevas cuadras, duplicando así el espacio de las actuales instalaciones. "A día de hoy las cuadras que tienen son muy pequeñas y no están bien habilitadas para ello", reconoce la edil, quien aseguró que estas estarán listas antes del verano. En cuanto a las críticas, Rodríguez defendió que "la mayoría no conoce realmente Mijas ni el trabajo que realizan los arrieros". "Se han valido de una imagen, que es totalmente negativa y con la que estamos totalmente en desacuerdo, pero que no deja de ser un hecho puntual", criticó.

En total hay repartidas en la actualidad 52 licencias de burros aparejados para montar, seis por arriero, quienes explican que las horas de trabajo del animal en realidad son escasas. "En invierno apenas hay gente para montar con lo que un burro puede salir una vez a la semana. Como mucho, en agosto, un burro puede llegar a salir hasta cuatro veces al día", comentan. "Teniendo en cuenta que son 15 minutos de recorrido y que a lo mejor no vuelve a salir hasta dentro de dos horas, en total en el día puede trabajar una hora, el resto está descansando", añaden.

También el presidente de la Asociación de Comerciantes de Mijas Pueblo, José Moreno, defendió la figura del burro taxi. "Hay que entender que es un icono de Mijas y que para nosotros es un privilegio. Por supuesto con un correcto cuidado y limpieza de los animales", señaló.

Sin embargo, en el lado opuesto de la balanza las opiniones no son tan positivas. El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) ha entregado por registro de entrada en el Ayuntamiento más de 6.000 firmas solicitando el fin de este servicio. Al mismo tiempo, el colectivo ha interpuesto hasta dos denuncias ante el Seprona por la situación de "constante sufrimiento" en la que se encuentran los burros y denuncian hasta cinco irregularidades prácticas según un informe veterinario, en el que se pone de manifiesto que estos animales se encuentran "durante el horario laboral atados a estructuras metálicas por cuerdas inferiores a 20 centímetros", por lo que no pueden moverse.

Andrés Cardenete, coordinador del partido en Málaga, señaló que continúan a la espera de una respuesta por parte del Seprona. "Sabemos que una investigación lleva sus trámites, pero mientras se está llevando a cabo esos animales siguen siendo usados por los arrieros sin que se haya producido ningún cambio", comenta.

El partido ha planteado en diversas ocasiones alternativas para que el burro siga siendo un emblema en Mijas pero que pasaría por la sustitución de este servicio por el de vehículos eléctricos para turistas, la creación de un santuario-refugio de burros y un museo que muestre la historia del animal.

Por último, el colectivo antitaurino de Málaga ha vuelto a convocar una manifestación, prevista en un principio para finales de mes pero que previsiblemente se traslade al 6 de febrero, contra el servicio de los burro-taxis en el municipio. "Un animal no tiene por qué estar todo el rato paseando gente, y menos en condiciones infrahumanas y con cuerdas tan cortas que no les permite ni rascarse", manifestó Laura Sánchez, organizadora del evento. Se espera que más de un centenar de personas acudan a la concentración, como ya ocurrió a finales de noviembre. El colectivo reitera su intención de organizar una manifestación al mes hasta cumplir con su objetivo.