Uno de los principales perjudicados por el paso de dos tornados este lunes en Campillos ha sido Paco Palomo, un cabrero, que cuando se originó el fenómeno se había marchado a descansar. A su vuelta, se vio sorprendido por los efectos del tornado. "La mitad de las cabras están debajo de los escombros. Esto es una ruina total para mí. Nunca he visto algo así", se ha lamentado. El tornado se formó a las afueras del municipio, a un kilómetro del casco urbano, en la carretera de Campillos-Los Corrales (Sevilla).

Salvó su vida de milagro, pero la mayoría de sus cabras no han corrido la misma suerte. El tornado pasó justo en medio de su ganado y, según su testimonio, “me ha echado varias naves abajo y creo que ha matado a la mayoría de mis animales”.

Este ganadero tenía 193 cabras y aunque al ser de noche y tras el susto era difícil contabilizar cuántas le quedaban, todo apunta a que el tornado ha sido mortífero para sus animales. “Afortunadamente no me ha pillado aquí porque si no me mata también a mí porque duermo aquí de vez en cuando”, afirma.

"Afortunadamente no me ha pillado aquí porque si no me mata también a mí"

El Ayuntamiento de Campillos está haciendo gestiones para tratar de ayudar al ganadero con equipos de limpieza y buscarle un lugar al que poder llevar los animales que han logrado sobrevivir.

Campillos se recupera del susto vivido ayer. A falta todavía de cuantificar los daños que ha ocasionado el temporal, las imágenes hablan por sí solas. Viviendas y naves han resultado afectadas por la virulencia de los torbellinos, además de ganaderías, el principal medio de vida de muchos vecinos del municipio. 

El Centro Meteorológico de Málaga tiene previsto desplazar a varios expertos hasta la zona de Campillos que este lunes se vio afectada por los dos tornados que pusieron en alerta al municipio. La idea, según ha explicado a este periódico el director, José María Sánchez-Lauhlé, es estudiar los daños que han ocasionado y, de esta forma, poder determinar su categoría. Los resultados serán, no obstante, una estimación de la fuerza con la que se originó.

El daño ocasionado por un tornado se mide en la escala de Fujita, que va desde el F0 (menos daño) hasta el F5 (más daño). "Todavía hace falta un estudio posterior. Una vez que se ha sucedido lo que se hace es evaluar la categoría. Sin duda, ha sido un tornado, porque se ha dado la situación propia", precisa el responsable del centro. Para la formación de este tipo de torbellinos, que suelen ser, recalca, de escala pequeña, es que haya "rotación horizontal en la atmósfera" y que se produzca una "variación del viento fuerte". "Al estirar un cilindro en rotación de cualquier cosa, como una bailarina, adquiere velocidad hasta alcanzar la de un tornado", explica.

En cualquier caso, pese a conocer esas condiciones, el meteorólogo subraya que es "muy complicado predecir un tornado", independientemente de su categoría, porque no vienen determinados por los modelos con los que trabajan los expertos. "Todo es suponer que se dan las condiciones. Tenemos índices que ofrecen la posibilidad, pero saber dónde se va a producir es difícil", señala el director del Centro Meteorológico de Málaga.