Una caravana para vivir la ilusión del lujo

Propietarios de vehículos de la marca Ferrari acuden a Puerto Marina a una concentración para enseñar sus coches

Los Ferrari rojos estacionados en el puerto llamaron la atención de los transeúntes.
Nuria Alonso / Benalmádena

benalmádena, 09 de diciembre 2011 - 05:01

Si no es fácil ver a diario un Ferrari aparcado o circulando por las calles a diario, encontrar seis juntos, en fila india, puede convertirse en una experiencia inolvidable. Esto sucedió ayer en el puerto deportivo de Benalmádena, que se convirtió en un improvisado salón del automóvil, ya que turistas y visitantes pudieron ver una caravana de vehículos de alta gama, entre los que se encontraban cinco Ferrari rojos, uno plateado y hasta dos Porsche. "Veníamos a dar un paseo por el puerto cuando hemos oído los motores. No iban muy rápido, pero su sonido es inconfundible. Nunca antes habíamos visto un Ferrari tan de cerca", explicaba Francisco Moreno, un turista que se encontraba en la zona junto a su familia.

Y es que esta concentración de vehículos estuvo organizada por Ferrari Owners Club Andalucía, una asociación afincada en Marbella que organiza salidas programadas por toda la región. De hecho, ésta es la segunda vez en pocos meses que los socios eligen Benalmádena para realizar una parada y mostrar al público general las singularidades de sus coches. "Tenemos socios de todo el mundo, incluida gente que pasa sus vacaciones en la Costa del Sol. Empezamos poco a poco, hace unos 14 años, y ahora tenemos un total de 35 asociados", detalló Toni Dalli, presidente del club y dueño de un Ferrari 575 Maranello. Así, el presidente señaló que son el único club del mundo que mantiene reuniones "todos los domingos".

En la explanada de Capitanía, y perfectamente sincronizados, los conductores aparcaron los coches. Entre ellos se encontraba Antonio López que posee un Ferrari modelo F1-430 desde hace unos diez años. "La verdad es que lo sacamos poco porque es un coche que gasta mucha gasolina. Por eso salimos a la carretera con él en días de fiesta o durante los fines de semana", explicó. Antonio señaló que para él su coche es "un capricho especial". "Hay gente que se compra un caballo o un barco. Yo me compré un Ferrari, aunque para el uso diario tengo un utilitario", informó. El conductor señaló que muchos propietarios cuentan con vehículos Ferrari de segunda mano, porque los precios son más bajos, aunque esto no impide que pueda alcanzar, como mínimo, un coste de 120.000 euros. Entre los asistentes estaba Carlos Carrillo, propietario de 130 vehículos que expone en el museo de Moraleda de Zafayona (Granada). Dispone de un Mercedes LS, un Bentley GT y un Porsche, además del Ferrari que ayer llevó a Puerto Marina.

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