Tres detenidos en Coín con más de 300 plantas de marihuana en una vivienda
El fuerte olor y el ruido de las máquinas de cultivo de la droga alertaron a las autoridades
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La Policía Nacional se ha incautado de 320 plantas de cannabis sativa en avanzado estado de crecimiento en un inmueble en Coín y ha detenido a tres personas por su presunta participación en delitos contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico.
Fruto del registro en la vivienda, los agentes intervinieron la logística del sistema de cultivo, balanzas de precisión y material de envasado de la droga, según ha informado este martes la Comisaría Provincial de la Policía en Málaga.
El ruido incesante las 24 horas del día de la maquinaria propia de este tipo de cultivos, sobre todo de los aparatos de aire acondicionado, y el fuerte olor que emanaba el inmueble, en el centro de la localidad, llegaron a conocimiento de los investigadores de la comisaría de Policía.
La vivienda contenía un circuito de ventilación, humificadores, filtros, lámparas de alto voltaje y sistema de riego, entre otra logística, que permitía mantener en condiciones óptimas el cultivo y se acreditó un enganche fraudulento a la red pública eléctrica que suministraba de energía a la plantación sin reflejarse en el contador.
La Policía identificó a tres personas relacionadas con la plantación y las arrestó por su presunta implicación en los hechos.
Las plantaciones disparan el consumo eléctrico
Precisamente hace algo más de una semana Endesa, a través de su filial de distribución eléctrica (e-distribución), anunciaba que había abierto en los primeros cuatro meses del año un total de 30 expedientes en la provincia de Málaga relacionados con plantaciones de marihuana. La compañía ha detectado en ese periodo una media de casi dos casos por semana vinculados al uso fraudulento y peligroso de las redes eléctricas. Estas instalaciones ilegales, que suelen localizarse en el interior de viviendas, provocan un consumo energético constante y desproporcionado, con cargas equivalentes a las de 80 viviendas funcionando a máxima potencia de forma simultánea. Este nivel de demanda no solo satura la red, sino que genera un grave riesgo para la seguridad de las personas y de las infraestructuras eléctricas.
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