Los empresarios advierten problemas estructurales que amenazan el dinamismo socioeconómico de Málaga

Pese al récord de empleo y exportaciones, la CEM reclama soluciones ante el déficit de inversión en infraestructuras, el deterioro del poder adquisitivo, las elevadas tasas de paro y la atomización del tejido laboral, entre otros

Málaga lidera el crecimiento económico andaluz pese a la moderación turística

La calle Larios de la capital malagueña con personas paseando
La calle Larios de la capital malagueña con personas paseando / Javier Albiñana

La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) ha presentado este martes su balance anual, del que se desprende una conclusión clara: los principales indicadores económicos son favorables para el crecimiento de la provincia, sin embargo, existen "retos y limitaciones" que pueden echar el freno de mano al futuro desarrollo socioeconómico malagueño. Los empresarios reconocen, así, el buen momento económico que atraviesa Málaga, manteniendo su liderazgo en Andalucía, mientras alertan sobre las carencias estructurales, como la escasa inversión, que actúan como condicionantes.

El final de 2025 ha dejado unas expectativas de crecimiento económico para la malagueña algo superior al de sus homólogas andaluzas, se espera que mejoren hasta aproximadamente alcanzar el 3,7%, por encima también de la media española y europea. Por contra, los empresarios exponen que existen evidencias del desgaste de una clase media apretada por un coste de vida que no deja de crecer y condicionado por la inflación y elevada presión fiscal.

Otro de los signos que sitúan a Málaga al frente del dinamismo socioeconómico andaluz es la creación de nuevas sociedades, la provincia aporta el 40% del total de las nacidas en la región, ha expresado Javier González de Lara, presidente de la CEM, destacando que las altas cuadriplican las disoluciones. No obstante, el sector empresarial acusa una elevada atomización: el 85% del tejido productivo lo forman micropymes, más de la mitad de las empresas están sin asalariados y apenas un 0,3% de compañías superan los 250 trabajadores.

Por su lado, el empleo ha vuelto a marcar cifras récord, rozando los 760.000 cotizantes en julio y situándose por debajo de los 110.000 parados en los meses de verano. Sin embargo, la reducción del desempleo no muestra un dinamismo tan favorable, por el contrario, los empresarios apuntan a una ralentización de este. Así, las tasas de paro correspondientes al segundo y tercer trimestre de este año superan a las registradas en los mismos periodos de años anteriores, en parte debido al aumento de la población activa, cercana al millón de personas. A ello se suma la dificultad creciente que enfrentan las empresas para cubrir vacantes, que en determinados momentos del año supera los 20.000 puestos sin ocupar.

En este sentido, González de Lara advierte que el tejido productivo afronta un “objetivo de reducción del paro cada vez más complicado” y alerta sobre la dificultad para atender las necesidades de crecimiento de sectores estratégicos para Málaga como el tecnológico, la construcción o la hostelería. Para subsanar una situación que suma numerosos demandantes de empleo y muchas plazas sin cubrir, el director de CEM insiste en la puesta en marcha de “políticas que faciliten la inserción laboral de los colectivos con mayor dificultad” como los jóvenes, cuya tasa de paro prácticamente duplica la media total, y los mayores de 45 años, que superan el 50% de los parados de la provincia”; así como de mayor agilidad burocrática en la tramitación de los expedientes de regularización de personas migrantes.

La patronal también ha reparado en "uno de los grandes debates pendientes de nuestro país": el creciente problema del absentismo laboral costará más de 32.000 millones de euros a nivel nacional en 2025.

Igualmente, ha incidido en el déficit de inversión en infraestructura y declaran que pese a los recientes anuncios, todavía no han percibido ni avances ni compromisos efectivos. Reclaman impulsar las conexiones viarias y ferroviarias, ampliar el aeropuerto y mejorar urgentemente la capacidad de distribución de la red eléctrica. Junto a la falta de suelo productivo y la crisis de vivienda, estas carencias "amenazan seriamente no solo nuestro futuro crecimiento económico, sino la propia consolidación de una Málaga metropolitana", afea González de Lara.

Positivamente, la CEM ha destacado los avances en exportaciones, con 2025 encaminado a cifras récord de facturación, consolidando un tejido exportador de más de un millar de empresas, aunque pendiente del impacto de los aranceles estadounidenses del 15% y los chinos al porcino.

Por el momento, la tendencia de crecimiento se decanta hacia el lado bueno de la balanza. Sin embargo, la situación podría revertirse por el fuerte contrapeso que ejerce una clase media ahogada, un sector empresarial atomizado, una ralentización de la reducción de la tasa de desempleo, una demanda laboral desatendida, un absentismo laboral desbocado o unos niveles de inversión en infraestructura muy alejados del correspondiente a la provincia.

"La empresa es la principal fuente de progreso, desarrollo y generación de riqueza en nuestro país; crea y mantiene la mayor parte del empleo, apuesta por la innovación y la sostenibilidad", afirma González de Lara. “Vivimos en un constante señalamiento y hostigamiento normativo por parte del Gobierno, interfiriendo constantemente en el Diálogo Social”, añade. De ahí que, desde la CEM exijan a las instituciones gobernantes "apoyo y confianza" para evitar comprometer el ritmo de generación de actividad económica de Málaga.

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