Una masajista erótica denuncia a un policía local de Campillos por supuesto acoso sexual, con varias "identidades falsas"

La mujer asegura que el agente llegó a acudir a su casa "fingiendo que era una clienta" y teme por su integridad

Una mujer descubre con su certificado digital que tiene un bulto en el pecho tras una mamografía en Antequera: “Nadie me llamó"

Ayuntamiento de Campillos

Una masajista erótica de Málaga ha denunciado ante la Policía Nacional a un agente de la Policía Local de Campillos por presunto acoso y hostigamiento continuado, tras varios meses de supuestos mensajes insistentes y un último episodio en el que el hombre habría acudido personalmente a su domicilio, según han informado a este periódico fuentes próximas al caso. Desde el Ayuntamiento del municipio han indicado que, por el momento, no se ha recibido ninguna notificación oficial sobre los hechos denunciados y que, por tanto, no puede actuar aún de forma preventiva. El Consistorio estudiaría posibles medidas a adoptar si correspondieran.

La primera toma de contacto entre la víctima y el policía tuvo lugar en marzo de este año, cuando la mujer —que ofrece masajes de tipo erótico a través de la plataforma Wallapop— fue contactada por un hombre que se presentó como “Javier”. Tras iniciar una conversación por mensajería, el supuesto cliente insistía en saber si los masajes incluían servicios sexuales y si podía tocarle las zonas íntimas.

Ante su actitud, la masajista decidió no atenderlo. En ese momento, el hombre, al parecer, le reveló que era policía local de Campillos, advirtiéndole que no podía negarse a darle una cita porque “no estaba dada de alta”, lo que ella interpretó como una amenaza.

El 30 de marzo, la mujer recibió nuevos mensajes desde otro número, esta vez de una persona que se hacía llamar “Carlos”. En el perfil de usuario figuraba un nombre que, según asegura la trabajadora, correspondía con un agente de la Policía Local del citado municipio.

El acoso, según su testimonio, continuó el 2 de abril, cuando el mismo individuo volvió a contactarla, esta vez identificándose como “Victoria” a través de Wallapop. Para entonces, recalca en la denuncia, qabía quién era realmente y que conocía su identidad.

A mediados de mayo, asegura en la denuncia, el mismo interlocutor retomó el contacto para recriminarle que conociera su nombre y apellidos. En septiembre volvió a escribirle preguntando si “seguía enfadada” y si podía darle una cita, pero no obtuvo respuesta.

La masajista apostilla que la situación fue a mayores cuando el hombre se presentó físicamente en su vivienda. Según su relato, lo reconoció por fotografías vistas previamente en redes sociales.

El individuo habría logrado que ella le abriera la puerta del portal mediante supuestos engaños, haciéndose pasar por una clienta con la que la mujer tenía cita, también bajo el nombre de “Victoria”. Al verlo salir del ascensor, la denunciante cerró rápidamente la puerta de su vivienda por miedo, mientras él llamaba insistentemente al timbre antes de marcharse.

Hubo más llamadas. El hombre habría intentado volver a comunicarse con ella por teléfono. La mujer asegura que teme por su integridad, ya que el individuo lleva meses intentando contactar con ella “hasta el punto de presentarse en su casa”. Ha aportado capturas de pantalla de las conversaciones que podrían servir de pruebas a la Policía Nacional para que corrobore los hechos.

La mujer ha sido atendida por el equipo integral del Equipo de Atención a la Mujer (EAM), que ha activado los recursos de apoyo psicológico y social necesarios. Asimismo, está recibiendo acompañamiento psicosocial especializado para afrontar las consecuencias del acoso. Además, el colectivo ha informado que la mujer se encuentra en situación de dificultad social y que ha sido víctima de malos tratos, por lo que su protección se considera prioritaria dentro del programa de atención integral.

Desde el colectivo destacan que la trabajadora, que realiza masajes como medio de subsistencia, recibió llamadas en las que el policía le solicitaba servicios con presuntas intenciones sexuales. Ante la negativa de la mujer, el agente habría intentado coaccionarla, informándole de su condición de funcionario policial y advirtiéndole de que podría perjudicarla profesionalmente, alegando supuestas irregularidades en su actividad laboral.

Tras ser bloqueado por la víctima, el presunto acosador volvió a ponerse en contacto con ella en repetidas ocasiones, utilizando identidades falsas y diferentes medios de comunicación para acercarse nuevamente. En una de las ocasiones, llegó -dijo a la Policía- a suplantar supuestamente la identidad de una clienta y se presentó en el domicilio de la mujer, intentando acceder a la vivienda y llamando insistentemente al timbre.

El Equipo de Atención a la Mujer tiene previsto remitir al Ayuntamiento de Campillos un escrito en el que recuerda su obligación de posicionarse de manera firme junto a las víctimas y contra las violencias machistas, destacando la "gravedad de mantener en activo a un agente policial presuntamente implicado en hechos de esta naturaleza y con posible reincidencia".

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