La ocupación hotelera, al 90% en algunas zonas

Muchos ojos estarán puestos en el cielo durante esta Semana Santa. Y no solo los de los cofrades y devotos que esperan poder ver a las imágenes de las distintas hermandades en las calles rondeñas, sino también los de muchos hosteleros de la ciudad, que tienen puesta en estos días gran parte de su esperanza para salvar la temporada turística. No en vano, esta época supone para Ronda una de las que mayor afluencia de visitantes recibe, por lo que unos buenos números significan para muchos establecimientos un oasis en medio de una situación cada vez más difícil por el descenso de clientes.

Los hoteles rondeños esperan esta semana con una mezcla entre la expectación y la resignación, ya que en los últimos años la ocupación ha ido disminuyendo paulatinamente y no se espera que este sea una excepción. Hasta el momento, las reservas oscilan entre el 60% y el 90% aproximadamente, según los datos que manejan los establecimientos consultados por este periódico. Sin embargo, la mayor parte de las pernoctaciones se concentran en el jueves y el viernes, y en menor medida el sábado. "Los demás días la cosa está malísima, casi no tenemos reservas", aseguran en el Hotel Maestranza.

Por eso, los responsables hoteleros esperan que la ocupación mejore gracias a las reservas de última hora, una constante en los últimos años, aunque de forma contraria a lo que mucha gente suele pensar, esperar hasta el último día no siempre es sinónimo de conseguir un mejor precio. "Muchos pierden la oportunidad de conseguir mejores precios por esperar demasiado", indica el director del Parador de Ronda, Gonzalo Fernández. En cuanto a la procedencia de los turistas, se reparten prácticamente a partes iguales entre españoles y extranjeros.

Por su parte, los alojamientos rurales cuentan hasta el momento con un nivel de reserva del 80% para el jueves, el viernes y el sábado, según el gerente del Centro de Iniciativas Turísticas Serranía de Ronda, Antonio Guerrero, y al igual que en el caso de los hoteles, el resto de la semana presenta unos bajos datos de ocupación. Este tipo de alojamiento suele ser el elegido por familias o grupos de amigos que buscan un alojamiento más asequible que el que ofrece un establecimiento urbano, ya que los precios rondan entre los 15,5 y los 17,5 euros por noche y personas como media.