El centro penitenciario Málaga II, en Archidona, ha vivido este miércoles una escena poco habitual tras los muros de una cárcel. Noelia Moreno, la hasta ahora directora, ha sido despedida entre aplausos por sus funcionarios. A las 14:15, un nutrido grupo de trabajadores le han hecho un paseíllo para decirle adiós con todos los honores y brindarle su apoyo después de que Instituciones Penitenciarias le comunicara su destitución con efectos desde este 31 de enero. El cese, según aseguró la propia responsable en una carta remitida a la plantilla, ha estado motivado, entre otros, por la difusión en redes sociales de una videollamada que El Melillero, condenado por arrojar ácido a su ex pareja, mantuvo desde la cárcel. Ella negó toda responsabilidad porque, recalcó, se encontraba "de vacaciones" cuando se filtraron esas imágenes, en las que al interno se le ve fumando y bailando. El agresor, uno de los presos más mediáticos de los últimos años en Málaga, había contactado con su actual pareja desde una cabina autorizada desde la prisión, sin cometer ninguna ilegalidad. 

Con dos ramos de flores, unos 120 funcionarios, del total de 200, han reconocido la labor de Noelia Moreno al frente de la prisión. "Estoy muy orgullosa de pertenecer a este institución y también de ser funcionaria de prisiones. Muchas gracias a todo", ha expresado visiblemente emocionada.

En palabras del presidente del sindicato Tu Abandono Me Puede Matar, Manuel Galisteo, la situación "ahora está tensa". "La directora ha hecho mucho por el correcto funcionamiento de este centro y se le cesa con una excusa burda. Es una "persona que cumple y hace cumplir", recalca. 

El relevo de la directora fue rechazado por el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), que considera “impecable” la “gerencia” del centro penitenciario durante los seis años en los que ésta ha permanecido al frente. Asimismo, entienden, con esta decisión, el organismo dependiente del ministro Fernando Grande-Marlaska, "enmascara su incompetencia y nulo conocimiento del medio penitenciario, inventándose una falta de diligencia en su gestión". Al tiempo, el sindicato denuncia las "razones espurias" las aducidas por la Secretaría general para "prescindir de los servicios de una persona". 

Se trata del primer cambio de dirección en la prisión de Archidona desde que abriera sus puertas. La cárcel entró en servicio en 2018 tras haber estado en el foco a raíz de que se decidiera poco antes el traslado de más de 500 inmigrantes llegados a las costas españolas a sus instalaciones, aún sin abrir, operando como centro de internamiento de extranjeros (CIE) provisional.

La directora, según fuentes sindicales consultadas por este periódico, estaba "bastante bien considerada" entre la plantilla y destacaba, sobre todo, por su nivel de exigencia en el día a día. "En la prisión de Archidona, con módulos muy conflictivos, ha habido varios incidentes y a ella, que era muy estricta, nunca le ha temblado el pulso para que se usen todos los medios legales a su alcance, como esposas o defensa de gomas, de forma totalmente proporcional y en todos los supuestos que recoge la ley", resaltan. Pero casi desde el comienzo de su mandato, según estas mismas fuentes, Noelia Moreno ha mantenido ciertas "desavenencias" con Instituciones Penitenciarias que en varias ocasiones ya habían hecho presagiar su destitución.

La hasta ahora responsable de la cárcel recalcaba también en la misiva de despedida que otra de las razones de su cese es la "ausencia de comunicación al juez de vigilancia penitenciaria de una sujeción mecánica sanitaria" practicada a uno de los reclusos. "Todo esto ocurrió cuando yo me encontraba ausente por vacaciones. No puedo responsabilizarme del error, que una vez fue detectado se subsanó", argumenta, al tiempo que reconoce tener, "como cualquier profesional" que debe tomar decisiones, "numerosos detractores". 

Recordaba, además, que el suyo es un puesto "de libre designación": "Cuando te nombran no eres el mejor para el puesto, y cuando te cesan tampoco eres el peor de los directores", asevera en el escrito remitido a los trabajadores, en el que admite que "seguro existen fallos o errores" en su gestión.