La decisión, todavía no hecha pública de manera oficial, de destituir a la aún directora de la cárcel de Archidona, Noelia Moreno, ha sido criticada por el sindicato de funcionarios de prisiones Tu Abandono Me Puede Matar (TAMP), que considera “impecable” la “gerencia” del centro penitenciario durante los seis años en los que ésta ha permanecido al frente. Asimismo, la organización de trabajadores niega que Moreno haya tenido ninguna responsabilidad en la videollamada que El Melillero, condenado por rociar con ácido a su ex novia y una amiga, mantuvo con su actual pareja y cuyas imágenes fueron difundidas a través de las redes sociales. 

Esta filtración ha sido uno de los motivos supuestamente esgrimidos por Instituciones Penitenciarias para el relevo, según refleja la propia directora en una nota interna remitida ayer a la plantilla a modo de despedida. "Enmascaran su incompetencia y nulo conocimiento del medio penitenciario, inventándose una falta de diligencia en su gestión", denuncian desde Tu Abandono Me Puede Matar, que considera "razones espurias" las aducidas por la Secretaría general para "prescindir de los servicios de una persona". 

La asociación reconoce la labor de Noelia Moreno como responsable del centro penitenciario de Archidona, al tiempo que valora la “gestión de la seguridad”. “Los márgenes de seguridad y protección a los funcionarios que ha implementado han supuesto una cobertura e inviolabilidad en el legítimo ejercicio de nuestras funciones, siempre en el marco legal obviamente y sin interferir en el principio de la reinserción y reeducación de los internos”, sostiene el sindicato. Y quizá, remacha la organización sindical, “a la larga tristemente esa haya sido la piedra en el zapato de alguien y su excusa para prescindir de sus servicios”. “En estos tiempos, en la Institución parece que vamos a otra cosa", subrayan desde TAMP.

La directora recalca también que otra de las razones de su cese es la "ausencia de comunicación al juez de vigilancia penitenciaria de una sujeción mecánica sanitaria" practicada a uno de los reclusos el pasado mes de julio. "Todo esto ocurrió cuando yo me encontraba ausente por vacaciones. No puedo responsabilizarme del error, que una vez fue detectado se subsanó", argumenta, al tiempo que reconoce tener, "como cualquier profesional" que debe tomar decisiones, "numerosos detractores". 

La todavía responsable de la cárcel de Archidona, según distintas fuentes sindicales consultadas por este periódico, estaba "bastante bien considerada" entre la plantilla y destacaba, sobre todo, por su nivel de exigencia en el día a día. "En la prisión de Archidona, con módulos muy conflictivos, ha habido varios incidentes y a ella, que era muy estricta, nunca le ha temblado el pulso para que se usen todos los medios legales a su alcance, como esposas o defensa de gomas, de forma totalmente proporcional y en todos los supuestos que recoge la ley", resaltan. Pero casi desde el comienzo de su mandato, según estas mismas fuentes, Noelia Moreno ha mantenido ciertas "desavenencias" con Instituciones Penitenciarias que en varias ocasiones ya habían hecho presagiar su destitución. Desde la administración, al ser cuestionada por Málaga Hoy, han rehusado pronunciarse al respecto sobre lo ocurrido. 

Será el próximo 31 de enero cuando deje su puesto como directora de la prisión de Archidona después de seis años, cargo en el que había permanecido desde enero de 2018, coincidiendo con la apertura del centro, que había estado en el foco a raíz de que se decidiera poco antes el traslado de más de 500 inmigrantes llegados a las costas españolas a sus instalaciones, aún sin abrir, operando como centro de internamiento de extranjeros (CIE) provisional. Hasta entonces, la funcionaria había ocupado el puesto de subdirectora de Seguridad en la cárcel de Huelva. 

En su misiva de despedida, recuerda que el suyo es un puesto "de libre designación": "Cuando te nombran no eres el mejor para el puesto, y cuando te cesan tampoco eres el peor de los directores", asevera en el escrito remitido a los trabajadores, en el que admite que "seguro existen fallos o errores" en su gestión.