Siete presos en aislamiento tras una pelea multitudinaria en la cárcel de Alhaurín por mofarse uno de la muerte de un familiar de otro

Los funcionarios lograron contener la "riña tumultuaria" en la que varios reclusos acabaron a golpes, según los sindicatos

Móviles, hachís y cocaína rosa: descubren más objetos prohibidos en la cárcel de Alhaurín de la Torre

Centro penitenciario de Alhaurín de la Torre
Centro penitenciario de Alhaurín de la Torre / Javier Albiñana

Nuevo episodio violento en la cárcel de Alhaurín de la Torre, donde varios presos rivales se han enfrentado a golpes en el módulo 6. El detonante de la "pelea multitudinaria", desatada este viernes por la mañana, ha sido, al parecer, una discusión "por la falta de respeto de un interno" ante la muerte de un familiar de otro grupo, lo que ha derivado en una "riña tumultuaria" que ha hecho necesaria la intervención de los funcionarios. Tras ello, siete reclusos que supuestamente se vieron involucrados fueron trasladados al módulo de aislamiento, según han informado desde el sindicato de funcionarios ACAIP-UGT, que habla incluso de "batalla campal".

La situación de caos generada ha sido controlada por los trabajadores penitenciarios, que lograron frenar la contienda. La trifulca dio comienzo una vez que los responsables del centro penitenciario comunicaron a uno de los reclusos que un familiar suyo había fallecido. Fue entonces cuando, según el relato del colectivo sindical, un preso de un grupo rival "se mofó de ello", lo que provocó que varios internos pertenecientes a distintas bandas se enzarzaran en una pelea. Mientras compañeros suyos le daban el pésame, otros comenzaron, presuntamente, a "reírse y a bailar en las proximidades". Y ello fue interpretado "como una ofensa intolerable en un momento de duelo", ha añadido el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), que

La magnitud del incidente provocó que funcionarios de otros módulos tuvieran que acudir para apoyar a sus compañeros y así conseguir separar a los reclusos que participaban en la riña. Por el momento son siete reclusos, pertenecientes a dos grupos enfrentados, los que permanecerán en aislamiento, aunque la cifra podría aumentar.

Desde Acaip han advertido en declaraciones a este periódico que la disputa podría haber acabado "en tragedia". En este sentido, ha ensalzado la "profesionalidad" de jefe de servicios y de los funcionarios que "sin medios ni formación adecuada frente a esta violencia" se han movilizado para resolver "un grave problema de seguridad" como el ocurrido. Al tiempo, el sindicato ha insistido en denunciar la falta de efectivos en los centros penitenciarios. "Este clima de violencia en las prisiones españolas, del que Alhaurin es un buen reflejo es el resultado de una escasez de personal y de una política de buenismo que finalmente desemboca en este tipo de sucesos", ha apostillado.

También desde Tu Abandono Me Puede Matar ha denunciado que este tipo de situaciones "no son aisladas ni fortuitas, fruto de la falta crónica de personal, la inacción en materia de seguridad y la inexistencia de medidas eficaces para prevenir conflictos entre internos de grupos enfrentados". Las prisiones, en palabras de este colectivo de trabajadores, "se están convirtiendo en auténticos polvorines". "Cada día que pasa sin actuar es un día más cerca de una desgracia irreparable", ha aseverado.

Móviles y cocaína rosa en la cárcel: nueva operación en la cárcel

Este jueves, era el sindicato CSIF el que daba la voz de alarma tras una nueva incautación de teléfonos móviles, prohibidos, y drogas en la prisión de Alhaurín. En esa última actuación, los trabajadores penitenciarios decomisaron 46 gramos de hachís y cuatro gramos de cocaína rosa. También localizaron dos teléfonos, uno de ellos en el tejadillo de uno de los módulos, y un cargador de pulsera.

La central sindical denunció de nuevo la falta de recursos para hacer frente a la entrada de objetos prohibidos, sospechan, mediante drones, cuya presencia –alertaban– compromete la seguridad del recinto, de los trabajadores y de los propios internos.

Entre las medidas solicitadas, el colectivo de funcionarios insistía en la necesidad de instalar inhibidores de frecuencia que impidan el sobrevuelo de drones, vía por la que presuntamente se estarían introduciendo móviles y drogas.

Reclamaba también la cobertura total de las plantillas en todas las áreas de la prisión, el reconocimiento del personal como agentes de la autoridad, una actualización en los medios y en la formación, la aplicación efectiva de sanciones disciplinarias y la dotación de dispositivos táser para situaciones excepcionales.

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