El grupo petrolífero ruso North-West Oil, propietario del Hotel Los Monteros de Marbella desde hace medio año, decidió echar el cierre a las instalaciones del establecimiento de cinco estrellas gran lujo. Pero pasada la medianoche, hora marcada en el comunicado interno remitido el pasado miércoles a los empleados por el propietario, más de 200 personas entre trabajadores, familiares y sindicalistas permanecían en las instalaciones del hotel sin que se hubiera producido el desalojo. Ernest Malyshev, el propietario, había anunciado horas antes que el hotel cerraba sus puertas después de invitar a marcharse a una treintena de clientes que se hospedaba en el establecimiento.

Alcanzada la madrugada, los trabajadores del hotel, así como representantes políticos y sindicales que se acercaron hasta el inmueble para apoyar a estos, protagonizaron una protesta en el que corearon lemas a favor de la continuidad de la actividad del establecimiento y criticando al empresario. No hubo incidentes hasta el cierre de esta edición. Los trabajadores habían solicitado protección a la Subdelegación del Gobierno en Málaga ante la posibilidad de que se produjeran y para evitar que la empresa propietaria causara daños en el inmueble, con el fin de achacárselos a los empleados, o incluso contra los propios trabajadores encerrados en las dependencias del hotel. Pero la ausencia del propietario evitó cualquier conflicto.

En el memorando interno suscrito por Malyshev, el empresario argumentaba el cierre por el "comportamiento agresivo" de los trabajadores contra los huéspedes del hotel, así como contra compañeros de nacionalidad rusa y contra él mismo, además de por "destrozos del mobiliario e instalaciones" del establecimiento por parte de empleados. Señalaba además otras razones para la clausura del hotel como la "imposibilidad de lograr un acuerdo social con los trabajadores" y la "crisis financiera, que incapacita a la propiedad a cumplir con los objetivos propuestos".

Para el secretario general de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO en Andalucía, Gonzalo Fuentes, se trata de un "cierre patronal ilegal" que deberá constatar la inspección de trabajo, ante la que los trabajadores presentarán hoy una denuncia. Probablemente no será necesario, dado que la Delegación de Empleo de la Junta de Andalucía en Málaga ya solicitó ayer a la inspección de trabajo que elaborara un informe para corroborar si son reales o no las razones esgrimidas por la propietaria para la clausura de la actividad en el hotel. Para el sindicato, dichas razones constituyen una "sarta de mentiras".

Los resultados del informe de la inspección de trabajo podrían estar hoy, aunque Fuentes ya vaticinó que los 180 empleados que integran la plantilla del hotel, a los que se le adeudan seis meses de salario, "seguramente" tendrán que acudir después a la vía judicial. Mientras, mantendrán su encierro en el establecimiento, cuya situación varios trabajadores comparaban con la vivida en el Hotel Don Miguel, también en Marbella, que cerró sus puertas en 2004 en un conflicto similar y así permanecen.

En apenas seis meses, el grupo petrolífero ruso North-West Oil -afincado en Moscú y especializado en el transporte y la reconversión de crudo, así como la construcción de plantas petrolíferas- ha fagocitado más de 45 años de la historia turística de la Costa del Sol. En diciembre de 2008 adquirió Los Monteros por 115 millones de euros y se comprometió a asumir las deudas con los trabajadores, además de las existentes con una entidad bancaria, Hacienda y la Seguridad Social. Ese mismo mes despidió a 73 trabajadores en diciembre de 2008 y a 43 en febrero de 2009 que fueron readmitidos posteriormente, mientras que el pasado mayo despidió a más de 40 empleados.