El sindicato de la Policía Local de Alhaurín de la Torre pide la dimisión del concejal de Seguridad Ciudadana: "Distancia a la plantilla"

La organización denuncia que ya son más de 70 los servicios desarrollados por el vigilante privado que custodia la Jefatura por falta de agentes

Policías locales de Alhaurín de la Torre denuncian la situación "caótica": un vigilante privado custodia la Jefatura por falta de agentes

Valla publicitaria que denunciaba la falta de agentrs y fue retirada hace años

El Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (SPPME), mayoritario en la Policía Local de Alhaurín de la Torre, ha solicitado públicamente la dimisión del concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco José Sánchez Guerrero, al que acusan de “manifiesta incapacidad” para afrontar los problemas del cuerpo policial y de “mentir de forma reiterada a la ciudadanía”. "Con su actitud ha propiciado que el distanciamiento entre plantilla y equipo de gobierno sea cada vez mayor", apostilla el colectivo de policías.

En un comunicado, la organización sindical considera “muy grave” que se califique de “puntual” la presencia de un vigilante de seguridad privada custodiando la Jefatura de Policía Local, cuando —según denuncian— se han contabilizado más de 70 servicios realizados por personal ajeno a la Policía y más de un centenar de turnos con solo dos agentes de servicio en el municipio.

El SPPME denuncia además que la seguridad en los eventos municipales "no está garantizada", ya que en muchos casos “recae en empresas de seguridad privada cuyo ámbito de actuación es limitado”. En este sentido, critican que la situación actual “no es motivo de orgullo en la gestión, sino todo lo contrario”.

Los representantes sindicales también lamentan que los agentes carecen de herramientas básicas de consulta para su labor diaria y recuerdan que en 2019 ya se denunció públicamente la falta de efectivos mediante una valla publicitaria que el equipo de gobierno mandó retirar.

La organización alerta además de que la incorporación prevista de otros nueve policías para principios de 2026 podría retrasarse, lo que agravaría la situación, "que aún puede empeorar".

Entre los motivos para exigir la dimisión del concejal, el SPPME añade que su “actitud ha propiciado un creciente distanciamiento entre la plantilla y el equipo de gobierno”, además de ser “partícipe de la suspensión de la festividad del patrón de la Policía Local, a la que los agentes renunciaron a acudir por sus discrepancias con el equipo de Gobierno.

Al respecto, desde el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre afirman que el evento no se celebró "porque había alerta por lluvias y el jefe de policía estaba de baja". En cualquier caso, "no ha sido suprimido, sino aplazado".

Por último, el sindicato afirma que algunas declaraciones recientes del alcalde sobre varios de sus representantes “lejos de desacreditarlos, han servido para reforzar su posición dentro del colectivo”, según las muestras de apoyo recibidas desde la plantilla.

En cuanto a la denuncia de falta de personal, el Consistorio defiende que trabaja para aumentar las plazas del Cuerpo. Añaden que "en breve se abrirá el plazo para la presentación de oferta de los candidatos, en cuanto a la publicación del resto de los boletines, esté concluida".

Dos policías heridos en una reyerta multitudinaria

Uno de los episodios violentos más recientes ocurridos en Alhaurín de la Torre, en pleno centro urbano, dejó dos policías locales heridos, uno de ellos tras recibir golpes con un palo. En la trifulca se emplearon, además, armas blancas y botellas rotas. Los agentes fueron testigos de una “reyerta absolutamente ingobernable”, según indicaron ayer fuentes municipales a este periódico. La Guardia Civil se hizo cargo de las diligencias y continuaría con la investigación para esclarecer si la refriega guardaba relación con un asunto vinculado al tráfico de drogas.

Sucedió en plena avenida Limón, a escasos metros del polideportivo municipal. Hacia las 17:30, la centralita de la Policía Local recibió una llamada que alertaba de una trifulca multitudinaria. La escena: al menos una decena de personas enzarzadas, agrediéndose con objetos contundentes y un ambiente de extrema agresividad, según fuentes próximas al caso consultadas. Allí, la Policía Local comprobó que se lanzaban golpes y utilizaban, como armas contundentes, palos, además de botellas de vidrio fracturadas para intimidar y herir. Además, supuestamente amenazaron de muerte a los investigadores que trataban de calmar los ánimos.

Una única pareja de policías locales

Sólo una pareja de policías municipales se encontraba de servicio en la zona. No tardaron en llegar. Los efectivos trataron de mediar y contener la situación, pero la superioridad numérica de los implicados apenas les dejaba margen de actuación.

En un intento por disuadir a los participantes en la reyerta y evitar males mayores, los dos agentes fueron alcanzados por golpes y resultaron lesionados. Uno sufrió una luxación en la muñeca y un dedo, mientras que su compañero recibió un fuerte impacto con un palo en el brazo. A pesar de ello, lograron resistir hasta la llegada de refuerzos. La primera patrulla de la Guardia Civil del puesto principal llegó en pocos minutos.

Cuando parecía que el conflicto había cesado, la madrugada aún guardaba una segunda parte del violento episodio. Apenas una hora y media más tarde, se recibía otra llamada de emergencia. Esta vez, se trataba de un hombre en actitud notoriamente agresiva, que ya habría participado en la riña inicial.

Los policías locales acudieron, de nuevo, al lugar y, al intentar detenerlo, fueron otra vez agredidos. La situación volvió a poner en riesgo su integridad física, hasta que, con la ayuda de la Guardia Civil, el individuo —“totalmente fuera de sí”, según fuentes cercanas— pudo ser reducido.

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