El turista árabe ya se deja ver por Marbella
Tras el Ramadán, viajeros de alto poder adquisitivo ponen rumbo a la Costa del Sol sin escatimar en gastos
Desde que el ya fallecido Rey Fahd eligiera Marbella para pasar sus vacaciones, aumenta la predilección de dinastías como la saudí por pasar el verano en la Costa. Estos soberanos visitantes suelen llegar a la ciudad ya terminado el mes de ayuno, al igual que el turista de alto poder adquisitivo procedente de Catar, Emiratos Árabes, Kuwait o incluso Marruecos. Al menos así consta en los listados de reservas de los diferentes hoteles de lujo desde el pasado 25 de junio, fecha en la que concluyó el Ramadán. "Las reservas de este año del turista procedente de este origen superan a las del año pasado y en principio prevemos que se va a comportar igual o mejor que en años anteriores", asegura Fernando Al-Farkh, director general del hotel Los Monteros. De este modo, los datos de ocupación y de reserva para los meses de julio y agosto no solo son todavía mejores que los del año pasado sino que a parte de ello contribuye que el calendario de esta fiesta religiosa, que varía cada anualidad, haya concluido justo a finales de junio. Aunque si bien el porcentaje de este tipo de clientes no es demasiado representativo, apenas supone un 6,5% del total de viajeros -sigue predominando el inglés, el francés o incluso el nacional-, su impacto se concentra principalmente en los meses de verano julio y agosto y su importancia radica en que no escatiman en precios ya que el gasto medio triplica al gasto medio en vacaciones de cualquier otro tipo de turista y sus estancias también son más largas, en parte debido a que viajan desde muy lejos. "Es un tipo de cliente de un poder adquisitivo alto que viene a disfrutar de todos los servicios que le ofrece la ciudad y dejan en Marbella muy buenos resultados de gasto", señala.
El director de Marketing y Ventas del hotel Marbella Club, Eduardo Seisdedos, coincide además en que este tipo de turista viene a reforzar los buenos datos que se prevén en su conjunto para esta temporada, superando incluso los datos del año anterior. Aunque la tendencia de este cliente es reservar a última hora, lo que hace más difícil aventurar la cifra de repunte que experimentará el sector. "Una desventaja es que es un cliente que reserva en el último minuto y con poca antelación y eso a veces hace que sea complicado conseguir las necesidades que tiene", expresa, y añade que "en ocasiones tenemos que rechazar solicitudes porque ya no nos quedan habitaciones disponibles". Sin embargo, esta parte negativa también una ventaja, y es que es un mercado menos sensible al precio. "Las tarifas de los mercados suben cuando más demanda hay y aún así ellos están dispuestos a pagarlo", comenta.
Es un turista capaz de comprar categorías superiores como villas o suites y además hacer gasto en los diferentes servicios del hotel, como restaurante o spa. Fuera de estos establecimientos su presencia ya se empieza a notar pero aún es pronto para dar resultados. "Su llegada aporta una inyección de economía a los distintos sectores, sea hostelería, lujo o restauración, con un desembolso por encima de cualquier otro turista", indica, por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios de Puerto Banús (AEPB), Giussepe Russo, quien asegura que el gasto medio de estas personas no baja de los 500 euros en la calle, a lo que si le sumamos el costo del hotel y restauración, estaríamos hablando fácilmente de unos mil euros diarios.
Otra de las dificultades de estos viajeros es que sus visitan se concentran fundamentalmente en los meses de verano, julio y agosto, una vez finalizado el Ramadán, y raramente lo hace en otros periodos del año.
En Puerto Banús, donde se aglutinan el mayor número de tiendas de lujo de todo el territorio, en la que se pueden encontrar boutiques de firmas internacionales como Cartier, Dolce & Gabanna, Carolina Herrera, Michael Kors o Bulgary, los comerciantes esperan cada año la llegada de estas dinastías. La venta de joyas es uno de los principales reclamos. "Es un turismo que tradicionalmente ha venido a Marbella y que lo que ha hecho en estos últimos años es fidelizarse. Esto está dando un revulsivo económico a la Costa del Sol", expresa Miguel Gómez, propietario de la joyería Gómez y Molina. "Ya están empezando a venir la segunda y la tercera generación de personas que en su momento hicieron la luna de miel aquí en Marbella cuando todavía no estaba tan desarrollada. Ahora son los hijos y los nietos de esas familias los que veranean aquí", asegura, y matiza que "no solo se quedan aquí sino que aprovechan que viajan desde tan lejos para hacer un circuito por otras provincias españolas o capitales europeas".
En cuanto a su estancia, esta suele alargarse más allá de las dos semanas hasta un máximo de cinco, y suelen llegar familias enteras, multigeneracionales, por lo que en ocasiones reservan varias habitaciones juntas para todo el núcleo familiar. "Contamos con una cartera de clientes que por lo general repiten año tras año. Es un cliente que cuando le gusta el destino y la tipología del hotel nos pide hasta el mismo número de habitación que reservó la temporada anterior", señala Seisdedos. "Prácticamente todos los clientes que prueban cada año luego se convierten en clientes habituales porque son clientes con unas necesidades muy específicas a los que les gusta conocer el sitio donde van y que se conozcan sus necesidades particulares y sentirse como en casa", coincide Al-Farkh.
Pero pese a las buenas previsiones para este verano, en parte debido a la inestabilidad que aún se vive en los países del norte de África y los conflictos que azotan la zona desde 2011 cuando estalló la Primavera Árabe, el sector pone hoy sus ojos en el conflicto de Qatar y en cómo podría afectar a los vuelos procedentes de este origen a la costa.
Por otro lado, frente al turista árabe de alto poder adquisitivo, cuyas visitas se concentran fundamentalmente en los meses puros de verano, este año son dos las nacionalidades que también están empezando a despuntar como son la mexicana o la india, que además se caracterizan por viajar fuera de temporada, como mayo o septiembre, lo que en parte contribuye a la desestacionalización del turismo.
Hoteles con distintivo halal
El sector marbellí está preparado para atender todas las necesidades de estos turistas. Tanto es así que en plena Milla de Oro, a tan solo 60 metros de la mezquita del Rey Fahd, se encuentra el primer establecimiento con distintivo halal de España, el hotel Alanda. Este se caracteriza por ofrecer un servicio específico para el mercado musulmán, por lo que no se ofrecen bebidas alcohólicas ni tampoco carne de cerdo en ninguno de sus restaurantes, e igualmente se vigila que no haya productos con trazas de grasa de cerdo en ningún caso, algo habitual en la bollería o los yogures. Aunque este distintivo ha provocado que el hotel se haya convertido no solo en un referente para el turista musulmán, sino también nacional, que a día de hoy sigue siendo su principal cliente, seguido del inglés. Asimismo, el pasado mes de marzo una cadena hotelera de origen kuwaití abrió en el municipio Torremolinos el segundo hotel de estas características en España, el Costa del Sol Torremolinos Luxury Boutique Hotel.
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