El Ayuntamiento de Ronda cierra las visitas a la Casa del Rey Moro. Dos agentes de la Policía Local se personaron ayer por la mañana en la puerta de la Casa del Rey Moro por la que accedían los visitantes que querían conocer los jardines y la Mina que existen en su interior y procedieron a colocar un precinto de la misma, aunque para ese momento los propietarios ya habían colocado un documento en el que se indicaba que dicho espacio estaría cerrado hasta nuevo aviso y las puertas no habían abierto para recibir visitas.

El Ayuntamiento rondeño había comunicado al propietario la pasada semana el cierre cautelar de las instalaciones al considerar que no había atendido las reclamaciones realizadas desde el Consistorio para que acometiese determinadas obras de reparación, aunque desde la propiedad se niega este extremo y se asegura que dichas actuaciones habían finalizado con anterioridad a recibir la notificación de cierre.

En este sentido, los abogados del propietario calificaron como “ilegal” dicha orden, al considerar que el Consistorio no es competente para ello al tratarse de un Bien de Interés Cultural, por lo que consideran que dicha determinación debió ser tomada por la delegada provincial de Cultura de la Junta de Andalucía.Además, anunciaron que ante los hechos ocurridos han decidido acudir a la vía administrativa para tratar de revertir la decisión de cierre municipal y también a la vía penal contra los responsables de dicha decisión.

Los abogados del propietario califican de “ilegal” dicha orden, al considerar que el Consistorio no es competente para ello al tratarse de un BIC

Mientras tanto, desde ayer los visitantes que lleguen a la ciudad del Tajo no podrán visitar los jardines creados por Forestier y tampoco la Mina que conduce hasta el fondo del Tajo, lo que supone el último episodio de un largo enfrentamiento que mantienen el Ayuntamiento de Ronda y el propietario de este palacete situado al borde de las cornisas del Tajo y que fue mandado a construir por la duquesa de Parcent.

El idilio entre ambas partes se rompió al considerar el propietario que el Consistorio rondeño no estaba cumpliendo con sus compromisos adquiridos en un convenio firmado por ambas partes para posibilitar la construcción de un hotel en dicho espacio. Una situación que terminó con una sentencia judicial en la que se daba la razón al empresario y se condenó al Consistorio.

Desde entonces la relación entre ambas partes ha ido empeorando hasta llegar a la situación actual, con las visitas cerradas y con el palacete en muy malas condiciones de conservación.

De momento, desde el Consistorio insisten en no realizar declaraciones sobre este asunto y se remiten al proceso administrativo que se tiene abierto. Por su parte el propietario asegura que esperará a la nueva Corporación municipal para realizar una propuesta para el espacio.