El Ayuntamiento de Ronda prepara los detalles para retomar el proyecto de construcción de una nueva estación de autobuses, que tendría un coste aproximado de unos dos millones de euros y que se ubicaría en un parcela del polígono industrial junto a la biblioteca comarcal.

El proyecto, que fue aprobado durante la anterior etapa de María de la Paz Fernández en la Alcaldía rondeña, fue descartado por el anterior Gobierno municipal tras la moción de censura que la desalojó de la misma, al considerar que no era el lugar más adecuado.

Ahora se vuelve sobre la idea original, que supondrá la construcción de un nuevo edificio y también de una nueva reorganización de la circulación en la zona, ya que está contemplada la eliminación de un paso a nivel que existe en este punto y que separa el casco urbano del propio polígono industrial.

Además, esta calle pasará a tener un solo sentido de circulación, ya que se construirá una salida nueva a las espaldas del Instituto de Enseñanza Secundaria Rodríguez Delgado. A ello se unirá también una paso peatonal para salvar la línea del ferrocarril que discurre por este punto.

En cuanto a la fórmula elegida para el desarrollo del proyecto, la alcaldesa rondeña explicó que se realizará una concesión a una empresa privada que será la encargada de acometer la inversión y construcción de la instalaciones, a cambio de lo que recibirá una explotación a largo plazo de la misma para poder recuperar esa inversión inicial.

De este modo se pretende evitar que el Consistorio rondeño tenga que acometer una inversión de importancia que podría limitar los recursos disponibles para realizar otros proyectos que sí requerirán de una acción directa de inversión desde las arcas municipales.

Precisamente, en la misma zona se anunció recientemente el proyecto de remodelación del abandonado edificio del Mueble Rondeño, que permitirá la construcción de un parque de ocio frente a la biblioteca, el complejo deportivo El Fuerte y la propia futura estación de autobuses.

Además, con esta ubicación se busca también evitar que los vehículos de grandes dimensiones para el transporte de viajeros se tengan que adentrar excesivamente en el casco urbano, como ocurre en estos momentos con la ubicación de la estación de autobuses.