Ronda

Las lluvias (por fin) transforman el paisaje

Nacimiento de la Estación de Benaoján Nacimiento de la Estación de Benaoján

Nacimiento de la Estación de Benaoján / Javier Flores (Ronda)

Las cascadas del río Guadalevín a su paso por Ronda vuelven a resonar entre las paredes verticales del Tajo tras las intensas lluvias sin dejar indiferente a casi nadie. "¿Siempre lleva tanta agua?", pregunta un visitante que se sorprende al saber que para estas fechas su caudal es bastante inferior al habitual.

Una imagen que hace que muchos se animen a bajar hacia zonas más bajas en las que poder ver el río desde más cerca e inmortalizarlo en alguna fotografía. Uno de estos puntos es el barrio de Padre Jesús en el que se ubican los dos puentes más antiguos de la ciudad pero no un menor desnivel al cauce del río. Incluso puede llegarse hasta la orilla por un pequeño camino.

La imagen se repite en ríos y arroyos de la Serranía que han vuelto a transformar el paisaje y que han vuelto a recobrar vida. Algunos de ellos como los ríos Genal y Guadiaro aumentan su caudal de forma considerable. Otros, como el arroyo de las Culebras, vuelven a llevar agua tras meses de presentar su cauce totalmente seco.

Río Guadalevín a su paso por Ronda. Río Guadalevín a su paso por Ronda.

Río Guadalevín a su paso por Ronda. / Javier Flores (Ronda)

En el caso del río Guadiaro sus aguas se tornan marrones a partir de recibir el agua procedente del interior de la Cueva del Gato y se tornan mucho más bravas. Unas características que aumentan a partir de la localidad de Benaoján y recibir también la aportación del nacimiento que se encuentra situado en la barriada de la estación y que ya brota con fuerza desde el interior de la tierra.

Un espectáculo que atrae a los primeros visitantes que no quieren perderse la oportunidad de fotografiarse con las cascadas que se forman a continuación del lago existente junto a su salida. A partir desde este punto las aguas toman velocidad y comienzan un vertiginoso descenso para cruzar esta pequeña población hasta desembocar en el río Guadiaro.

El pantano 'fantasma' de Montejaque volvió a aparecer. El pantano 'fantasma' de Montejaque volvió a aparecer.

El pantano 'fantasma' de Montejaque volvió a aparecer. / Javier Flores (Montejaque)

Cerca de allí, en Montejaque, se encuentra otro de los atractivos de estos días tras las intensas lluvias caídas en la Serranía que superaron los 90 litros por metro cuadrado en algunos puntos. El frustrado pantano emergió tras las precipitaciones y luce una importante acumulación de agua devolvieron una imagen de gran belleza entre las praderas verdes y los almendros el flor.

Mientras tanto, sobre el muro de a la presa de 84 metros de altura que se erige sobre el cauce el río Guadares los visitantes no quieren perderse la imagen pese a lo desapacible que sigue estando el tiempo en la comarca con chubascos intermitentes. Además, también aprovechan para recorrer el renovado camino que lleva hasta la puerta de la cueva de Hundidero.

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