El vino de Ronda ya tiene su propio jabón natural. Un producto que ya se encuentra en el mercado gracias a la colaboración de la empresa local Elisabet & Moreno formada por tres emprendedores y la bodega Lunares. "Sabía lo que estaban haciendo porque conozco a uno de ellos y me lo había contando, cuando nos propusieron colaborar no lo dudamos", señala Pedro Morales, responsable de esta primera bodega que ya luce en sus instalaciones estos jabones.

En concreto, han sido los hollejos del vino el elemento utilizado para la confección de este producto del que sus creadores aseguran que es un excelente antiedad por las especiales características que tiene este elemento que suele desecharse o reutilizarse a modo de compost en el propio campo.

"Este elemento contiene antioxidantes como los polifenoles, que ayudan a proteger la piel del daño causado por los radicales libres, reducir el envejecimiento prematuro y mantener la piel más joven", explica Elisabet Moreno, que es la responsable de elaboración e investigación. Y es que las uvas también contienen resveratrol, un compuesto al que se le atribuyen efectos sobre el envejecimiento por parte de algunos estudios científicos.

En este sentido, señala que "la idea de nuestra empresa es utilizar la máxima cantidad posible de elementos de la zona para producir nuestros productos y pensamos que esa parte de la uva que se desecha tras la fermentación podía tener un segundo uso, explica.

Eso sí, llegar al producto final reconocen que no ha sido fácil, ya que era un elemento desconocido para ellos y han tenido que utilizar diversas técnicas hasta que han logrado una integración adecuada en las mismas y encontrar la proporción exacta que debe llevar cada pastilla. Además, también incorpora un 50% de aceite de oliva en su composición.

De momento ya son varias las bodegas que se han puesto en contacto con ellos para explorar si sería posible tener también su propio jabón. "Cada uno sería diferente, porque cada partida de hollejo llevaría su propia trazabilidad y así cada bodega tendría un jabón fruto de sus propias uvas", explica Fernando Girela, otro de los socios de la empresa junto a Alberto Serrano.

Economía circular

Y que la intención de estos emprendedores es aplicar la máximo la economía circular y la producción natural y artesanal. "Nosotros tenemos nuestra propia plantación de lufa para las esponjas naturales, pero la idea es que los agricultores puedan tener cultivos alternativos para facilitarnos la materia prima que necesitamos", señala Girela.

De momento, tras los primeros meses de funcionamiento, sus responsables se encuentran muy satisfechos con la aceptación que están teniendo sus productos, contando ya con clientes en zonas como Madrid o País Vasco en las que existe una especial sensibilización sobre este tipo de productos, en especial, hacia jabones y champús sólidos.

Además, la puesta en marcha del proyecto también supuso la creación de una pequeña fábrica en un local público de Jimera de Líbar, localidad en la que han decidido instalarse.