El parqué
Continúan los máximos
¿Un vino dulce y uno de pasto de Ronda? Muchos sería los que respondería que no, que deben ser de otra región productora, pero lo cierto es que ya están en marcha y pronto llegarán al mercado. En concreto, la bodega Huerto de la Condesa trabaja en la elaboración de un dulce a base de viognier y un vino de pasto a base de una PX.
El primero de ello, como reconoce el enólogo de la bodega, Agustín Millán, surgió por casualidad y debido que parte de una parcela se pacificó. “Una parte se nos fue, fue accidental debido a una ola de calor porque es una parcela que no tenemos agua, y entonces las opciones que teníamos era tirarla o hacer un naturalmente dulce”, ha explicado Millán.
Ante esa situación la decisión fue elaborar una barrica de este vino que producirá unas 300 botellas. “Decidimos hacer el vino tras consultar con otro enólogo de la zona que tiene mucha más experiencia que nosotros haciendo este tipo de vino, es la historia de un error”, ha indicado.
De momento, están satisfechos con el resultado que están obteniendo y esperan que pueda llegar al mercado sobre Semana Santa bajo la denominación Giroscópico, marca que tienen reservada para las creaciones más especiales como su vino bajo velo de flor, otra rareza de la Serranía que tiene solo otro homólogo en Dimitri, una creación que desde hace varios años elabora la bodega Descalzos Viejos pero que solo puede probarse en el biestrellado restaurante Bardal.
En cuanto a su vino de pasto, sí que fue algo buscado. “Nos gustaron los vinos que hacen Los Insensatos y entonces decidimos hacer algo parecido en Ronda con un poco de PX que teníamos y que nos encaja en nuestro Huerto de la Condesa blanco y decidimos dejarlo atocadeo”, ha señalado Millán.
Una elaboración especial cuyas 500 botellas no llegarán al mercado antes de Navidad y que se prevé que estén listas para enero o febrero del año 2026.
De momento, los amantes del vino ya tienen una cita obligada para probar algo diferente que probar de la Serranía de Ronda, eso sí, deberán hacerlo este año porque Giroscópico es una marca abierta de la bodega que no siempre repite sus elaboraciones.
“Si estamos contentos y funciona los volveros a elaborar, aunque en el caso del dulce ya dejaremos que se pacifique la uva a conciencia”, ha señalado Millán dejando escapar una sonrisa.
No son los únicos vinos rondeños que se salen de lo habitual en la zona. La bodegada La Melonera también presentó recientemente su línea Salinete que cuenta con un blanco con crianza oxidativa. En este caso se han unido ocho añadas de mostacel morisco y doradilla para elaborar este vino tan especial.
En esta bodega también se elabora ya el primer vino 100% melonera tras completar el proceso para recuperar esta uva autóctona que se encontraba prácticamente extinguida y de la quedaba solo algunas cepas.
También reciente es el primer vino espumoso rosado llegado de la mano de la bodega Badman. Una referencia que tiene su hermano blanco en la bodega Doña Felisa que hace años que comercializa su Cloe Brut Nature.
Dentro de este abanico de vinos más especiales también se ubican los vinos extremos naturales de Simbad Romero que prepara ya la llegada de su segunda añada.
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