Vino, pintura, danza, música y poesía se dan la mano en la bodega Cortijo Los Aguilares de Ronda

El patio del cortijo se convierte en un escenario lleno de música y danza mientras la sala de catas se convierte en galería

Enoturismo en la Serranía de Ronda: bajo las estrellas, comidas, picnics en los viñedos...

Actuación en el patio principal de la bodega.
Actuación en el patio principal de la bodega. / Javier Flores

Arte al fresco es la última propuesta de enoturismo de la bodega Cortijo Los Aguilares, una de las más reconocidas en la Serranía de Ronda y que cuenta con vinos con gran prestigio internacional como su pinot noir, una rareza en el sur de Europa que está considerado como uno de los mejores del mundo.

Más allá de sus famosos vinos tranquilos, la bodega decidió hace unos años realizar una fuerte apuesta por el enoturismo creando una variada oferta de opciones para el visitante y contando con su propio equipo. Además de crear las tradicionales experiencias que incluyen visita a los viñedos, instalaciones y, por supuesto, cata de sus vinos, decidieron ir un paso más allá.

La primera de las experiencias especiales fue ofrecer una cata junto a una observación de las estrellas dirigida por un astrónomo. Una forma de encontrar una alternativa de ocio en las frescas noches rondeñas. Hasta tal punto de que, aunque pueda parecer increíble en plena ola de calor, uno de los elementos esenciales es una manta. Aquella idea se consolidó y ahora, en pleno verano, es complicado encontrar una plaza disponible para las fechas habilitadas en el calendario.

Exposición de David Seaton en la sala de catas.
Exposición de David Seaton en la sala de catas. / Javier Flores

Ahora, buscando dar una nueva vuelta de tuerca, la directora técnica de la bodega, Bibi García, decidió unir arte, vino y las frescas noches de la Serranía en un mismo conjunto. No es la primera vez que hacen una combinación parecida, y es que ya apostaron por unir sus vinos con las catas armonizadas con música que organiza el enólogo Carlos Delgado.

Un evento que incluyó un aperitivo de bienvenida previo a la inauguración de la exposición del pintor afincado en Ronda, David Seaton. Sus obras han reconvertido por unos días la sala de catas de la bodega en una suerte de galería que estará abierta durante los próximos 30 días para aquellos que realicen algunas de las actividades de enoturismo.

Los asistentes pudieron degustar dos vinos de la bodega.
Los asistentes pudieron degustar dos vinos de la bodega. / Javier Flores

Tras disfrutar de las obras seleccionadas por Seaton entre las que se encuentra su cartel dedicado a la corrida Goyesca o su propio homenaje a Matisse, el patio del cortijo se convirtió en un escenario sobre el que tomó forma la creación Manuel & Federico, encuentro en Granada. Una creación interpretada por el dúo Pablo Rossi, barítono, y Tatiana Studynova al piano, que acompañaron al bailarín rondeño Pablo Gutiérrez.

Una propuesta artística que arrancó los aplausos de los asistentes que habían agotado las entradas disponibles para asistir a este evento tan especial.

Todo ello regado por los vinos de la bodega, en este caso, se optó por servir Breñal (blanco) y Tadeo, uno de sus tintos más reconocidos.

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