Dermatología

Primera opción terapéutica útil contra la alopecia areata grave

  • A diferencia de otro problemas que causan calvicie, es una enfermedad de tipo inmunológico

  • Los pacientes pierden calidad de vida y no asumen “la imagen que te devuelve el espejo”

La psicóloga Sandra Ros, adjunta del Servicio de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.

La psicóloga Sandra Ros, adjunta del Servicio de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. / Archivo

La alopecia areata afecta igualmente a hombres y mujeres jóvenes. Cerca del 40% de los casos ocurren antes de los 20 años. A partir de los 20, un 80% lo sufre antes de los 40. Se caracteriza por una pérdida de pelo redondeada afecta al cuero cabelludo aunque puede alcanzar también cejas, pestañas o barba y tiene una extensión variable. Eso es lo que se percibe exteriormente, pero hay también una parte invisible. Es un problema que afecta a la calidad de vida, a las relaciones de pareja, familiares, causa estrés, depresión o ansiedad a quien lo padece y generalmente produce cierto estigma.

“Imagina que un día te estás peinando y te ves una calva en el espejo. No le das importancia, pero pasan los días, tratar de no obsesionarte pero al tiempo descubres otras nuevas y te empiezas a preocupar. El médico te pregunta por el estrés, con el tiempo llegas al dermatólogo y te diagnostican. Le ponen nombres y apellidos y asumes que es una enfermedad crónica para toda la vida. Sales de la consulta con una sensación de soledad te sientes invalidada porque es algo importante para ti”. Son las palabras de Conchi Botillo, paciente de alopecia areata, que participó el pasado miércoles en un acto organizado por la compañía Lilly para anunciar la disponibilidad en España del primer tratamiento aprobado para la alopecia areata grave en adultos. El fármaco, baricitinib, contaba ya con indicaciones para la artritis reumatoide y la dermatitis atópica. Botillo alude también al impacto de la patología más allá de la calvicie. “Entras en un pozo y sales de eso con ayuda profesional; hay quien evita los espejos en casa porque no asume que la imagen que le devuelve es la suya”.

“Es una patología cutánea en la que la carga psicológica ha sido tradicionalmente poco reconocida, porque se ha considerado como un mero problema estético”, comenta Sandra Ros, psicóloga adjunta del Servicio de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona). “Los estudios muestran que casi un 30% de los pacientes padecen síntomas de ansiedad y depresión, baja autoestima, estrés y trastornos adaptativos. Es importante destacar que en algunos pacientes podemos observar ideación autolítica”, añade la psicóloga.

El Dr. Sergio Vañó, presidente del Grupo Español de Tricología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), indica que “es una innovación que llevamos esperando entre 10 y 12 años, desde que comenzaron los primeros ensayos clínicos”.

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