La calle Parras se convierte cada año en el kilómetro cero, en el punto de partida de la Semana Santa de Málaga. Cuando, puntuales a la llamada, se abren las puertas de la casa hermandad de Pollinica, la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús a su entrada en Jerusalén y María Santísima del Amparo llena las calles de palmas, incienso y fervor para asentar las creencias y tradiciones de un pueblo que sigue insuflando vida a su rito centenario. Ese que escenifica la Pasión de Cristo, que comienza con su triunfal recibimiento en el lugar donde poco después sería condenado y crucificado, y termina con lo que le da sentido a todo el catolicismo, la resurrección
Pollinica
Nuestro Padre Jesús a su Entrada en Jerusalén por la calle Parras.
Los siete días de procesiones empezaron este Domingo de Ramos a las 10:15 con los sones de la banda de cornetas y tambores de la hermandad Jesús Nazareno de Almogía. Tras ellos, los más pequeños, los carguitos como los llaman en la cofradía, y después 290 nazarenos acompañaron al Señor saliendo desde la vecina iglesia de San Felipe Neri hacia la plazuela del Cristo de la Sangre y Dos Aceras.
Lágrimas y Favores
Lágrimas y Favores
El característico mosaico de la iglesia de San Juan rompió su simetría por las cientos de cabezas que se aglomeraban ante el gran pórtico. A pocos metros, por el lateral, un goteo incesante en tonos verdes y crema con fajines de esparto y cruces blancas pasaban al interior. Eran poco más de las tres de la tarde, salía María Santísima de Lágrimas y Favores. El interior de la iglesia rebosaba de hermanos, devotos y cámaras. Los ojos de los presentes bajaban directamente del rostro de la Virgen a la campana, y de la campana a él: martillo en mano y ceñido en una túnica estaba Antonio Banderas, que como cada año hizo las labores de capataz durante todo el recorrido.
Dulce Nombre
La tercera cofradía en salir del Domingo de Ramos, Dulce Nombre, lo hizo a las 14:20 desde un tinglao, una de las pocas estructuras provisionales que quedan en la Semana Santa malagueña. Colocado junto a la parroquia de la Divina Pastora, en la plaza de Capuchinos, la sede canónica de la hermandad franciscana, acogía a los Sagrados Titulares que aguardaban su salida. Con la plaza llena de fieles, la sombra se antojaba escasa a la espera de que los primeros nazarenos iniciaran su camino a la Catedral de Málaga para realizar en ella su estación de penitencia, como cada primavera.
Salutación
Un mar de nazarenos blancos inundaba las calles del centro de Málaga este Domingo de Ramos. Sobre las 14:30, la cabeza de la procesión de la cofradía de Jesús Nazareno de la Salutación y María Santísima del Patrocinio Reina de los Cielos ya recorría la calle Parras mientras el trono del Señor salía de San Felipe Neri.
Humildad y paciencia
El barrio de la Cruz de Humilladero volvió a salir a la calle una vez más este Domingo de Ramos para seguir a sus titulares. En la Plaza de Dolores y Esperanza decenas de fieles esperaban impacientes a que se abrieran por fin las puertas de la Casa Hermandad para recibir al Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y a María Santísima de Dolores y Esperanza.
Humildad
Los restaurantes y bares del centro estaban en pleno apogeo cuando todo el entorno de la Basílica de Santa María de la Victoria también hervía, más al sol que a la sombra, con el público que esperaba la salida del Santísimo Cristo de la Humildad en su Presentación al Pueblo y Nuestra Madre y Señora de la Merced. Diez minutos antes de la hora señalada, la banda de Cornetas y Tambores del Paso y Esperanza llegó desfilando y tocando para hacer su entrada en el santuario y tomar posiciones para acompañar al Ecce Homo.
Salud
Miradas al cielo y rodillas al suelo. Así salían los titulares de la cofradía de la Salud de Málaga ante una plaza de San Pablo que repetía multitudes tras el Sábado de Pasión. Al son de La Saeta, el titular crucificado asomaba por el arco de la parroquia y un suspiro contenido silenció la plaza en su totalidad. El metal de las campanas golpeadas por los martillos de madera replicaban en recuerdo y plegaria a los enfermos. Las manos, ya manchadas por los escalones de la salida, se dirigieron al metal de los varales que se clavaron en hombros y almas de los hombres de trono del Cristo de la Esperanza en su Gran Amor. La estampa se repitió con María Santísima de la Salud, tras media hora y un Ave María en el interior.
Huerto
A la sombra de un olivo natural se resguardaba del sol malagueño Jesús orando en el Huerto. Con la mano del ángel que acompaña a Cristo en su trono procesional señalando a la multitud, comenzaba a las 17:00 la salida puntual el titular, al son del Cautivo de Estepona. Minutos después, un manto azul asomaba y asombraba a todos los presentes: Nuestra Señora de la Concepción lucía en un tono liso celestial un manto diferente al que suele llevar en su salida procesional debido a la restauración que se está realizando al que procesiona cada Domingo de Ramos. Los murmullos se sucedían uno tras otro con el ágil paso de la Virgen.
Prendimiento
La calle San Millán, en pleno barrio de Capuchinos, se convirtió en uno de los puntos más concurridos de toda la capital minutos antes de que la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento y María Santísima del Gran Perdón. A eso de las 15:00 h -una hora y media antes de que la hermandad saliera en procesión- ya había personas esperando a que se abrieran las puertas.
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