Semana Santa

El Resucitado cierra de una forma diferente la Semana Santa de Málaga

Fieles ante la imagen, este domingo, en la iglesia de San Julián.

Fieles ante la imagen, este domingo, en la iglesia de San Julián. / Carlos Guerrero

El final de la Semana Santa está marcado por lo que la dota de sentido: la Resurrección. Sin este hecho lo antes celebrado quedaría vacío de significado. El Domingo de Resurrección en Málaga es diferente al de otras provincias por las particularidades de las procesión. En este caso, el Cristo Resucitado y la Virgen Reina de los Cielos no conforman una cofradía más en la nómina cofradiera de Málaga, sino que son los titulares de la Agrupación de Cofradías.

Ver esta procesión es divisar una gran marea de capirotes y guiones de diferentes colores. Cada hermandad o cofradía es representada por un grupo de nazarenos de la misma en el cortejo procesional. Este año el cofrade no ha podido disfrutar del característico cortejo ni de las imágenes en la calle. Ha sido un Domingo de Resurrección atípico, marcado por las precipitaciones, al igual que lo ha sido toda la Semana Santa. 

La última esperanza por ver nazarenos por las calles de la ciudad se ha perdido cuando en la noche del sábado, la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga anunció que, tras haber valorado los partes y pronósticos meteorológicos para la jornada del Domingo de Resurrección durante las horas previstas de salida y procesión de nuestros Sagrados Titulares, este año no veríamos al Resucitado y la Reina de los Cielos en su procesión gloriosa.

El alto porcentaje de probabilidad de precipitaciones durante el total de horas en las que tendría que haber tenido lugar la procesión, han obligado a la permanente de la Agrupación, con el respaldo y aprobación de su Junta de Gobierno, a tomar la decisión basados, tal y como expresan desde el ente agrupacional, en la responsabilidad.

La Iglesia de San Julián ha abierto sus puertas a las 10:00 y han permanecido de esta forma durante el horario en el que estaba prevista la procesión, es decir, hasta las 14:30 de la tarde, hora en la que debió llegar la cruz guía al templo. En ese horario, los titulares se han encontrado entronizados en sus andas procesionales. Una estampa que ha recordado a aquellos años donde la Semana Santa no pudo celebrarse en las calles como consecuencia de la pandemia.

Por las puertas de San Julián no ha cesado de entrar gente, mientras que en el interior retumban los sones de las cornetas y los tambores. Se han ido formando pequeñas colas de gente que aguantaron, paraguas en mano, bajo una lluvia que por momentos fue intensa en los aledaños del conocido templo. Malagueños, cofrades y algún que otro curioso se ha ido asomando por la puerta de madera que conduce a la iglesia.

Durante la apertura de San Julián se han celebrado diferentes conciertos con la participación de las bandas protagonistas en el desfile procesional. La primera de ellas ha sido la del Real Cuerpo de Bomberos, la madre y maestra del género. En el interior el sonido de la música y en el exterior el de la lluvia cayendo sobre los muros de la iglesia. El triste, y a la vez necesario por la sequía, sonido que ha marcado la ya finalizada Semana Santa.

El Resucitado y la Reina de los Cielos en sus tronos, con la cera encendida, parecían listos para salir a la calle y en el rostro de muchos de los que colaboran dentro de la comisión agrupacional para esta procesión, la misma extraña sensación que se ha venido repitiendo en todos estos días de la Semana Mayor.

También ha actuado la banda que iba a poner sus sones tras el Cristo Resucitado, la banda de cornetas y tambores del Carmen. La banda ha interpretado un repertorio donde las marchas propias de la corporación musical han estado muy presentes. El concierto de esta última banda ha finalizado con la marcha Vida, dedicada a la imagen titular de la agrupación.

Las actuaciones musicales han sido cerradas por la banda de música de Nuestra Señora de la Paz, que iba a acompañar musicalmente a la imagen mariana titular de la agrupación. Ha interpretado diferentes composiciones, algunas de ellas de un carácter más contemporáneo y otras mucho más clásicas como, por ejemplo, Coronación de la Macarena de Pedro Braña o Virgen del Carmen de Perfecto Artola.

La veneración de las imágenes en sus tronos ha tenido un momento especial sobre las 13:15, hora a la que se ha celebrado una oración comunitaria presidida por el obispo de la diócesis, Jesús Catalá. En ella se ha desarrollado parte de la liturgia de la palabra del Domingo de Resurrección, además de realizar unas peticiones e impartir la bendición final a los fieles.

Durante la oración, el obispo también ha compartido unas palabras con los cofrades en las que ha destacado de nuevo la petición de procesionar en la mañana del Domingo de Resurrección sin nazarenos dado el carácter glorioso y no penitencial de la procesión. Este año no se ha puesto el capirote, ya es un pasito”, ha dicho el obispo. La oración comunitaria ha finalizado con el grito propio del día de la Resurrección: ¡Aleluya, Cristo ha resucitado!

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