"No entiendo por qué la tribuna oficial está tan vacía durante las primeras horas"
josé carlos cervera. ex hermano mayor de la cofradía de santa cruz
Hombre de trono a una edad precoz y hermano desde la fundación de Santa Cruz, José Carlos Cervera entiende que los traslados deben ser cortos, pero justifica su paso por los barrios
José Carlos Cervera es contador de Santa Cruz y fue hermano mayor de la cofradía de 1999 a 2005. Arrimó el hombro por primera vez a un trono a los 13 años y cuestiona a aquellas hermandades que no permiten hacerlo a las mujeres.
-¿Cómo empezó su actividad en la cofradía?
-No pertenezco a una familia cofrade, pero estudiaba en los Maristas y tenía amigos que sí lo eran. En el verano del 80 me comentaron que estaban creando una nueva cofradía, me apunté, y hasta ahora.
-Santa Cruz es todavía una hermandad joven.
-Pero con el tiempo que ya nos hemos convertido en una cofradía asentada en Málaga. Evidentemente por razones de tamaño de la puerta de la iglesia nuestro trono no es tan grande. Por eso ocurre que en el Pasillo de Santa Isabel o en la misma Alameda nos perdemos. Por esta razón empezamos a buscar la Málaga interior. Y creo que hemos recuperado una serie de calles como Arco de la Cabeza, Pozos Dulces, San Agustín y Granada. También por eso nuestras marchas son más recogidas o fúnebres. Como Santa Cruz, de Juan Manuel Parra Urbano, estrenada muy recientemente, y también otras como Bajo tu amparo, La madrugá, Mater Mea y Virgen del Valle.
-¿Cómo fueron esos primeros años?
-Empezamos siendo prohermandad de Humildad y Paciencia. El obispado no nos concedió el título de cofradía hasta 1995, así que nos constituimos como asociación de culto interno orientado en la obra social. Y no fue hasta ingresar en la agrupación de cofradías cuando nos asignaron el Jueves Santo, antes lo hacíamos el Viernes. Evidentemente ése no es el día para representar una Dolorasa con la Cruz detrás, lo que pasa es que en Málaga por razones históricas no puede haber una cronología de la Pasión en Semana Santa. Y desde 1999 a 2005 fue mi mandato como hermano mayor.
-Antes de hermano mayor fue hombre de trono.
-El primer trono que saqué fue la Virgen de Consolación y Lágrimas con 13 años, cosa que hoy en día sería impensable. Ese mismo año también saqué el Monte Calvario. Por eso cuando veo que hay cofradías que no permiten que salgan mujeres en los tronos, yo me pregunto por qué si a mí me dejaron hacerlo con 13 años. Y me dejaron, además, en una época en la que los tronos eran todavía más pesados, con menos varales. Si lo que le mueve es la devoción, posiblemente haga más fuerza que una persona que salga por salir.
-¿Cómo vivió esa experiencia a una edad tan temprana?
-El primer día no me dolía el hombro porque no sabía lo que era llevar un trono. Pero me sirvió de experiencia para el siguiente. Ahí ya supe lo que era arrimar el hombro. Por entonces se hacía un descanso en la Plaza Arriola y, inocente de mí, todos los hombres de trono se fueron menos yo. Más tarde también he llevado el trono de la Virgen de las Penas y de la Pollinica, de la que también he sido jefe de la sección de la Virgen del Amparo.
-¿Qué cambios observa en relación a la Semana Santa de su juventud?
-Había cosas que me resultaban extrañas. Los hombres de trono iban de traje de chaqueta y corbata pero cada uno de un color, llevaban gafas de sol y fumaban mientras llevaban el trono.
-¿Hay problemas para llenar los tronos de portadores?
-Los hemos tenido años atrás, pero ahora en la junta de gobierno tenemos un grupo de chavales impresionante, muy trabajadores. Pero hay que tener en cuenta que somos una cofradía que no tiene antigüedad, y otro hándicap es que vamos con la cara tapada, no somos una cofradía de espectáculo en el sentido de levantar a pulso.
-¿Qué momento del recorrido destacaría y por qué razón?
-El sitio donde peor lo paso es en el recorrido oficial, porque lo queremos hacer tan bien que lo hacemos fatal. Vamos más pendientes al cronómetro, queremos que los nazarenos vayan juntos, y hay muchos nervios. En cuanto al horario, entiendo que es normal que no haya quien aguante en una silla desde las 18:00 de la tarde hasta las 01:00. Pero lo que no entiendo es por qué la tribuna oficial está tan vacía durante las primeras horas en las que procesionan las primeras cofradías. Quizá se llenan después, pero es una pena.
-¿Qué resaltaría como lo mejor y lo peor de la Semana Santa?
-Lo mejor es que hemos llegado a un nivel muy alto de estética a nivel general. Y lo peor es que vivimos en una época en la que lo religioso parece que molesta y las cofradías también. Vivimos insultos, gente que se mete con los nazarenos. Por otro lado, las tecnologías avanzan y en lugar de pasar frío en la calle puedes ver la programación en casa. El lado negativo de esto es que las calles se quedan vacías sin gente que acompañe a sus titulares.
-El Obispado ha abierto el debate sobre la limitación de los traslados.
-Un traslado no puede ser una procesión, si no tener un recorrido más corto. Es cierto que con los tronos que tenemos en Málaga pasar por el barrio es prácticamente imposible, y por eso quizás el carácter del traslado es pasar por esos lugares. Pero tampoco podemos convertir la Semana Santa en 15 días. Debemos buscar un equilibrio. Mi opinión sería tomar el camino más corto. En lo que estoy en desacuerdo es con aquellas cofradías que sacan sus imágenes desde un templo para volver a entrar en el templo.
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