Prematuros tardíos, los grandes olvidados de la neonatología
Un grupo de pediatras, con amplia representación andaluza, presentará el próximo mes de diciembre el primer Registro nacional para unificar criterios y mejorar su atención y seguimiento
Los prematuros tardíos, como se conoce a los bebés nacidos casi a término (34 a 36 semanas), son "los grandes olvidados de la neonatología", alerta la pediatra Ana Jiménez, del Hospital Punta Europa de Algeciras. Y apoya su advertencia en una amplia lista de mayores problemas de salud y en un dato inquietante: pese a los grandes avances en ese ámbito sanitario, "sus tasas de morbilidad y mortalidad siguen igual" que hace 15 años. De ahí su empeño en completar el primer Registro de Prematuridad Tardía en España, que pretende "saber cómo trabaja cada centro sanitario para poder unificar criterios y mejorar su atención y seguimiento" a largo plazo.
La idea, liderada por seis pediatras (cinco de los hospitales Punta Europa, Virgen del Rocío de Sevilla, Parla, Barbastro y Mérida, y un sexto de la Atención Primaria sevillana), es comenzar por los hospitales de nivel II o comarcales y con un seguimiento inicial de un año. En ese tiempo se recogerían datos de seis controles médicos (al nacimiento, a los 15 días y a los dos, cuatro, seis y doce meses) para componer una base de datos fiable que permita, en palabras de Jiménez, "generar protocolos de seguimiento multidisciplinar y ver posibles necesidades de apoyo psicológico, estimulación temprana, etcétera". En suma, "intervenir sobre lo que vayamos detectando" para mejorar la atención de los prematuros tardíos, que son casi el 80% de los 34.000 prematuros nacidos cada año. "Es una buena inversión en salud", remacha. El proyecto, que está casi listo para su presentación nacional en diciembre y su realización en 2011, fue avanzado por la experta algecireña en las II Jornadas Internacionales sobre Cuidados Neonatales Centrados en el Desarrollo y la Familia celebradas en el Hospital 12 de Octubre de Madrid con motivo del reciente (17 de noviembre) Día Europeo del Bebé Prematuro. Y como telón de fondo aparece un "falso concepto de inocuidad". Esos niños y niñas "regulan peor la temperatura, su inmadurez cerebral aumenta el riesgo de discapacidad, muestran afectación del sistema cardiopulmonar, tienen doble riesgo de muerte súbita, dificultades de succión y deglución que favorecen su malnutrición, su inmadurez inmunológica eleva su morbilidad (hasta siete veces más probabilidad de sufrir enfermedades), registran más ingresos y rehospitalizaciones, más riesgo de enfermedades respiratorias graves y peor pronóstico". Aunque su "aspecto físico sea parecido", remarcó, "son más vulnerables", y necesitan atención y seguimiento especiales para poder "disminuir su morbimortalidad". No es, en todo caso, el único aspecto de la prematuridad que necesita progresar, como quedó de manifiesto en las citadas Jornadas Internacionales sobre los CCD.
Desde 2008, el multidisciplinar Proyecto Hera pretende extender estos Cuidados Centrados en el Desarrollo, que ya alcanzan a más de 60 hospitales españoles y que tratan de implicar a todos los agentes que atienden al bebé prematuro (personal médico y de enfermería, pero también profesionales de la psicología, terapeutas y familiares) con el objetivo común de mejorar el cuidado neonatal. Para ello se ponen en práctica medidas ambientales en la unidad neonatal como reducir luces y ruidos, favorecer el descanso del bebé o intentar evitar el dolor. Pero, sobre todo, se promueve el contacto padres-hijos, piedra angular de una auténtica humanización de ese entorno hospitalario y que encuentra en el "método canguro" de "contacto piel con piel" su mejor expresión.
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