El uso de herramientas de inteligencia artificial, especialmente las de IA generativa tipo ChatGPT, es una realidad que no para de crecer tanto entre individuos como en profesionales y empresas.

Así lo atestigua el último informe publicado por Microsoft y LinkedIn, que desvela que su uso se ha duplicado en los últimos seis meses y que cada vez son más los trabajadores que querrían que sus empresas adoptasen estas soluciones para ahorrarles trabajo y eximirles de tareas en ocasiones mecánicas y tediosas.

Muchos de ellos, ante la falta de implementación en sus compañías, optan por tomar la iniciativa, tanto en lo que respecta a la selección de programas concretos como en la formación para aprender a usarlos.

Pero no siempre es fácil saber cómo utilizarlos para sacarles el mayor provecho, algo que reconoce la propia Microsoft, que tiene una considerable inversión en OpenAI (creadora de ChatGPT), su propia herramienta, Copilot (basada en en el mismo modelo de lenguaje) y que además desarrolla opciones propias.

En el comunicado en el que ha dado a conocer el informe del que hablábamos al principio, Microsoft habla de ese nuevo vértigo que rivaliza con el de la página en blanco, el de la casilla en la que debemos plantear nuestras preguntas al chatbot de turno. ¿Por dónde empezar?

Más difícil de lo que parece

"Hablar con la IA es más difícil de lo que parece", admite en ese texto Microsoft, que avanza una serie de funciones que llegarán próximamente a Copilot para echarnos un cable.

Una de ellas ayudará al usuario a formular una solicitud autocompletando el mensaje iniciado en el chat con sugerencias automáticas (como resumir un documento o comparar resultados de un informe) o basadas en solicitudes que ha recibido anteriormente.

Copilot suele necesitar más contexto en lo que le pedimos, para ofrecernos resultados que nos sean útiles. En esas ocasiones en las que sabemos qué queremos preguntar pero no cómo pedirlo, el asistente podrá reescribir las indicaciones para mejorarlas.

Así, tras escribir un mensaje pidiendo, por ejemplo, un resumen de un documento, bastará con pulsar el icono en forma de lápiz para que Copilot reformule la solicitud con un mensaje más detallado, para ofrecer un resultado más ajustado a nuestras necesidades e, incluso, nuevas ideas sobre cómo aprovechar su potencial.

Catch Up

Otra de las novedades es una nueva interfaz de chat, llamada Catch Up, en la que muestra información personal de los usuarios basada en actividades recientes en el chatbot.

Ahí Microsoft mostrará información relevante, como las recomendaciones receptivas. Por ejemplo, Copilot podrá advertir al usuario de que tiene una reunión próximamente y sugerir acciones como preparar el contenido.

La lista de avances se cierra (por ahora) con Copilot Lab, una función colaborativa con la que permitirá crear, publicar y administrar indicaciones con otros compañeros de trabajo. Los usuarios tendrán acceso a solicitudes realizadas por otros usuarios del mismo entorno laboral que puedan resultar de ayuda y podrán publicar sus propias indicaciones para compartirlas con otros compañeros.