Alberto Díaz: "Tuve miedo de colapsar tras el Eurobasket, me sentía una estrella del rock"
"Yo tenía una monotonía muy normal y todo se desbordó, me costó mucho asimilar ese proceso", confesaba el jugador malagueño
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Alberto Díaz relata cómo ha cambiado su vida en el último año, ascenso que le ha llevado a ser uno de los grandes iconos de MálagaMálaga. Meses que no fueron sencillos, de saber digerir ruido y fama, etapa que por fortuna coincide en la fase de madurez como jugador y una cabeza bien estructurada. "El Eurobasket ha sido para mí un antes y un después, deportivamente y personalmente. Cada vez que lo recuerdo es como si fuese ayer. Es cierto que es el primer torneo, ganas, ahora con lo del Mundial conozco lo que duele una derrota. Pero creo que he sido un afortunado por sentirlo y vivirlo. Llegué del Eurobasket, tuvimos la Fase Previa de BCL, muchas entrevistas, compromisos con el club y muchos medios de comunicación, y también está el descanso, aunque sea un pequeño rato. También quieres estar en tu casa relajado, fuera de los focos; es verdad que estuve mucho tiempo sin reunirme con mis amigos para disfrutar. Hubo un momento que sí me dio miedo colapsar, tengo que reconocer que fue complicado gestionarlo todo. Estoy en mi ciudad y todos nos conocemos, soy el capitán, el ser mediático. Pero yo tenía una monotonía muy normal, en cuanto a figura pública, y todo eso se desbordó después del Eurobasket. Una cosa es ser una figura pública y otra cosa es sentirte realmente una estrella del rock, sí es cierto que me ha costado asimilarlo", se abría Díaz en una charla extensa para Tirando a Fallar de esRadio.
"Sigo yendo al supermercado a comprar, por ejemplo, pero es verdad que me paran más, me siento más observado, no puedes ser tú mismo tantas veces como te gustaría porque es la realidad, hay que guardar la compostura: no es lo mismo soltar una broma cuando estás con tus amigos que cuando estás públicamente. Lo intento tomar todo con normalidad. Sigo yendo a los mismos sitios, con la misma gente, y creo que hay que humanizar al deportista. Estamos muy acostumbrados, y esto pasa mucho en el mundo del fútbol, que parece que se mira desde otro prisma, desde otro nivel. Y no, somos seres humanos: hacemos la compra igualmente, voy a ver a mi madre, ella viene a casa... Me considero una persona totalmente normal, y es algo que la gente no entiende tanto. Compro cosas como todo el mundo. Cambié de coche hace poco, aunque tampoco es muy ostentoso. No creo en eso, tampoco me gustan los coches; no soy una persona de comprar lujo, de gama alta. Me considero una persona de a pie".
Desarrolla Alberto Díaz en cómo asimila la derrota, campo amplio a mejorar según el capitán del Unicaja. "Un mal perdedor es llevarte los problemas a casa, no dormir esa noche, darle vueltas a pesar que lo has dado todo. En el deporte está el error y acierto, tienes que convivir con ello. Pero al final creo que le doy más vueltas de la cuenta, y no debería por el calendario tan apretado que tenemos. Sufro mucho más con la derrota que alegrarme por las victorias. Si ponemos en una balanza lo que influye una victoria y una derrota, para mí desequilibra mucho: las victorias las disfrutamos como algo algo que hay que hacer, mientras que la derrota significa que has hecho las cosas mal y no hay vuelta atrás. No es sano esa mentalidad, es algo que estoy intentando mejorar cada año. Hay muchos tipos de líderes. Yo considero a un líder una persona que trabaja constantemente, un martillo pilón, y esa es mi forma de entenderlo. Luego hay líderes más vocales, grupales en cuanto a ambiente con los jugadores, pero ese es el liderazgo que intento transmitir".
"Hemos recuperado la identidad de años atrás. Para luchar con los grandes, hay que dar todo en la pista y morder, además es lo que le gusta al aficionado malagueño: que el equipo lo pueda dar todo. Si se gana o pierde...Todo el mundo quiere ganar, pero si se da todo, la afición nunca te va a reprochar nada. El club ha hecho un esfuerzo muy grande por mantener la plantilla, porque además muchos de ellos tenían novias, una apuesta fuerte. Igualar la temporada pasada será muy complicado, un listón que está muy alto, pero este equipo compite, lo va a dar todo y nunca se puede saber lo que va a pasar. No hemos empezado bien, pero por suerte esto es como acaba y no como empieza. Creo que el equipo va a ir para arriba y va a alcanzar el nivel del año pasado", se refería Díaz a la situación que vive el actualmente Unicaja y al inusitado arranque de temporada, aunque bien conoce el malagueño de dónde se viene. "Debo confesar que en los años anteriores sentía mucha responsabilidad, mucha culpa por la situación deportiva que teníamos, de estar peleando por no bajar a LEB. La importancia de ganar o perder, y el no saber llevar bien la derrota. Y más el estar en un club tan histórico como el Unicaja, que ha estado codeándose con los mejores equipos de Europa, el verte en esa situación. Han sido momentos muy duros para nosotros, la afición, la ciudad, y por eso lo estamos disfrutando ahora tanto, porque venimos de unos años muy malos deportivamente. Hay que ser sinceros. No fueron fáciles. La ambición ahora es seguir creciendo. Yo hubo momentos que jugaba los partidos con dudas, malas sensaciones, trabajabas pero veías que todo se desmoronaba; era difícil ir a cualquier pista, incluso en el Carpena, y pensar que en cualquier momento te podías desvanecer. La clave es que hemos recuperado esa esencia, esa pelea. Volvemos a ser sólidos".
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