Unicaja

Boni Ndong: "La formación en España es mucho, mucho mejor que en Estados Unidos"

  • El ex jugador y ex técnico del Unicaja estuvo en una charla con Maristas

  • Es ahora entrenador ayudante en Denver Nuggets

Charla de Boniface Ndong

Boni Ndong dejó el pasado verano el Unicaja tras varios años como ayudante, con Joan Plaza y Luis Casimiro. Primero especializado en el trabajo de pívots, después de manera más integral como parte del staff. La llamada de Arturas Karnisovas, general manager de los Denver Nuggets, le llevó a aceptar una aventura que tenía en mente y que ya realizó como jugador en su día, antes de aterrizar en el Unicaja para jugar dos años y medio.

En una muy recomendable charla telemática con responsables del baloncesto en Maristas, Ndong hizo un interesante repaso a su carrera y su experiencia en diversos países mezclando con ideas sobre la formación en el baloncesto. Ahora trabaja codo con codo con Nikola Jokic. Jamal Murray o Will Barton. Hasta poco antes del parón por el coronavirus también estuvo con Juancho Hernangómez en uno de los candidatos en el Oeste de la NBA.

"Aquí llegamos a la liga de verano de Las Vegas y hay más de 30 pistas en UNLV. En la formación son importantes las infraestructuras. ¿Cuánto es suficiente? los americanos nos han enseñado que nunca es suficiente. La formación en España es mucho, mucho mejor que en Estados Unidos. Aquí no hay formación de entrenadores, no hay un guión. Aquí cada uno puede levantarse, abrir una escuela sin criterios, un método, sin reglas. Aquí todo es mucho más individual. En España, por ejemplo, se trabaja el equipo, los valores... Las infraestructuras son necesarias. Sin son mejores ayudan mucho", reflexionaba el pívot senegalés.

"Aquí el trabajo físico es mayor. Con 13 años aquí ya van al gimnasio. En España te dicen no, no, no. ¿Qué pasa? Con 20 años son mucho más fuertes. No sé quién tiene razón. Pero en toda mi vida me recordaron que no era lo bastante fuerte. He tenido que venir a Estados Unidos y pagar dinero para ponerme fuerte. Nadie tiene la respuesta correcta. Una combinación de todo ayuda a mejorar", dice Ndong, que explica su caso personal: "La gente pensaba que me faltaba peso y yo sabía no pesaría 120 kilos, pero podía tener la fuera de uno de 130. En mis últimos 5-6 años, iba a Estados Unidos y hacía allí 5-6 semanas de pesas. El preparador físico de Ohio State, un fenómeno, me ponía a punto. Yo fui a la NBA tras un año en Francia después de un verano preparando. Me hizo tan fuerte que fui tres meses MVP en Francia, metiendo 27 puntos y 20 rebotes de media. El trabajo técnico de España es espectacular, pero si queremos tener jugadores del nivel de los americanos hay que tener físico. Si Navarro hubiera sido tan fuerte como Westbrook hubiéramos tenido a Stephen Curry antes, por decir un ejemplo. ¿Por qué Pau Gasol dominó? Porque físicamente es una bestia. El físico no quita técnica, no la limita. Si tienes físico y técnica eres mejor jugador. Westbrook es un genio, pero domina porque es un animal, es así. Sólo con técnica no puedes dominar, con físico también, sí".

Relataba Boni Ndong que hubo una figura clave en su mejora como jugador. Y fue justamente el mentor de Dirk Nowitzki, Holger Geschwindner. A través de un contacto en la embajada en Senegal, Ndong tuvo la oportunidad de ir a Alemania y trabajar al lado de Nowitzki justo cuando el alemán acababa de ser elegido en el draft de la NBA. En ese momento, tenía la disyuntiva de proposiciones para jugar en la NCAA, con las universidades de Louisville y Clemson. "Amadou Fall, ahora presidente de la Liga que la NBA está desarrollando en África, me puso en contacto con varias universidades, eran cosas interesantes, pero ya tenía 21 años y pensaba que estar hasta los 25 era mucho tiempo. Gallo trabajó para Nowitzki y me dijo que podía ir a Alemania para trabajar con un chaval. Enviaron a alguien a ver un partido mío en Senegal. 'Si quieres, te hago el visado para ir a Alemania', me dijo esa persona, que trabajaba en la embajada. Hablé con mi padre un lunes, el jueves cogí mis cosas y estaba en Alemania. Entrené con Nowitzki una semana cuando fue elegido en el draft", explicaba Ndong sobre un momento clave en su formación: "Holger me dijo que si me quedaba con él me entrenaría cada día, pero si quería ver cómo era EEUU, íbamos y yo elegía. Me llevó a Frankfurt y de allí a la Summer League a Boston, me ofrecieron la luna. Pero pensé que me podía ayudar más Holger, una persona conmigo. Empecé en la segunda división de Alemania y era extranjero, no tenía nivel, no sabía lo que era. Entre 12:00 y 14:00 horas, durante cuatro años, trabajé con él, aparte de con el equipo. Era un chico atlético que sabía correr y di el salto a uno que técnicamente era mucho mejor. Tiene ahora 78 años, me hizo mejorar el bote, el tiro... Ha venido 4-5 veces a Senegal para hacer campus. Él es la razón por la que llegué aunque empecé tan tarde".

Contrastaba, según Ndong, su caso con un compatriota, Makhtar N'Diaye. "Se fue a North Carolina, con Antawn Jamison y Vince Carter y lo convirtieron en defensor y taponador. En Senegal tenía 16 años y metía triples y hacía de todo, pero lo especializaron. Es por eso que decía que es clave quién te toca. No hay que limitar a los jugadores. En Europa nadie me conoce como tirador de triples, en mi selección metía 40% tirando 6-7 triples, pero los entrenadores no me dejaban en Europa", bromeaba Ndong.

Ndong habló de otros temas:

Origen

"La vida no es sólo baloncesto. Jugamos dos horas a baloncesto y quedan 22 horas más. Vengo un pueblo de la costa, que me recuerda mucho a Málaga, de 6.000 habitantes, a 15 minutos de Mbour, ciudad turística, a hora y cuarto de Dakar. El 95% eran pescadores. He crecido en la pesca. En mi pueblo no había una pista de baloncesto. Jugábamos a fútbol en la playa. Me mandaron a los Hermanos del Sagrado Corazón, a nivel colegio, a otra ciudad. Con 13 años fue la primera vez que toqué un balón de baloncesto. Casi nadie toca un balón de baloncesto salvo que tengas alguien de la familia. Yo era muy bueno en fútbol (risas). Yo jugaba de lateral derecho y recuerdo que los amigos me llevaban Cortapiernas. También era muy buen portero, pero me aburría. Era muy rápido. El físico lo tenemos, nos faltan pistas. Con 13 años empecé a botar, la técnica viene con los años. Faltan infraestructuras. En España cada comunidad o ciudad tiene una pista. En mi pueblo yo hice la pista de baloncesto, por mi culpa los chicos hacían 9 kilómetros para jugar. Era casi el ídolo de mi pueblo. querían jugar y cómo lo hacían invertí en una pista. Entrenan 136 chicos y chicas allí. Con el viento. Vienen sin fundamentos por falta de baloncesto, pistas o falta de instructores. Hoy con Youtube se mira, pero hay cosas específicas que no se enseñan".

Familia

"Mi padre aprendió mecánica en España y Marruecos, trabajó en un barco y vio mundo. Trabajaba arreglando barcos. Somos 11, tengo 10 hermanos. Todos teníamos que estudiar. De los 11, nueve hemos ido a la universidad. En mi pueblo había que ir a pescar o al campo. hacía las dos cosas, porque mi tío era un gran agricultor. Iba en verano casi un mes pescando con mi padre y otro mes y medio con mi tío. Mi padre decía que si el sol se levanta antes que tú, vas tarde. Es un carácter que hay que trabajar. Había mucha libertad, jugar, nadar, pescar y hacer barbacoas. En el colegio aprendí la disciplina, limpiar los platos, en África hay una mal por la manera de que los hombres no hacen nada en casa. Aprendí a organizarme. Las dos cosas mezclaron. Trabajar duro pero con disciplina. Sigo viviendo en mi pueblo, mis compañeros de clase son pescadores. Cómo estar en un pueblo y ser profesional del baloncesto, a veces lo pienso".

Llegada al baloncesto

"Tengo la suerte de que en mi familia nadie tenía idea de baloncesto. Cuando fui al colegio vivía en el internado, entonces el programa era un día fútbol y otro baloncesto. Me gustó el baloncesto, en las primeras semanas metía todo lo que tiraba. Y el hermano me decía que si había jugado antes. Era un loco del deporte, voleibol, balonmano, natación... Hacíamos 3x3 y cada día tocaba el balón. El segundo año me dijeron que veían cosas en mí. Combiné hasta que en los tres últimos años de Bachillerato. Un entrenador del club me dijo que fuera allí, pero yo quería seguir con fútbol. Con 16 años machacaba y metía todo. Vino otra vez y a partir de ahí ya me convenció. Mi familia no sabía nada, jugaba porque me gustaba. Hacía de todo y los estudios eran lo más importante. Fui a la universidad de Dakar con 19 años, allí tienen un equipo de Primera división. Ahí empecé con que me podían ver una beca en Estados Unidos y ya dejé el fútbol. El primer año no jugué porque no tenía nivel. En el segundo el entrenador se enfadó con uno a mitad de temporada, entré y metí 16 puntos. A partir de ahí, era atlético corría mucho y un base que había era bueno. Todos los deportes me gustaban y tuve buena base. En balonmano me agarraban del hombro y no me dejaban tirar. La dureza del balonmano me ayudó a usar otras cosas, otras características. El juego de pies del fútbol se usa en el baloncesto. Nunca acepté que un grande no corre. En Alemania yo corría con los pequeños. Hacer varios deportes, ayuda mucho".

Mentalidad

"El deporte es un paquete, hay que ser fuerte de cabeza. Los ganadores son los mejores, pero también porque creen más, saben aceptar errores y fallos. Si uno pierde y se pone loco y se mata, tiene más posibilidades para perder después en el siguiente partido. Cuando tenía una final pensaba que iba a ganar, a hacerle sangre. Tenía confianza contra Tomic, el hombre no tiene sangre cuando las cosas se calientan. Él estaba en el Madrid y yo en el Barcelona. 200 pulsaciones, horas en el gimnasio... Hay que tener cabeza para eso. Me tomaba el dolor como un placer, cuanto más duele mejor te hace. Cuando llegas a un nivel alto, el aspecto mental es lo que hace la diferencia".

Concentración

"Con 33-34 años yo en mi cabeza tenía un ritmo y todo el ruido de fuera no me afectaba en un tiro libre. Pero eso viene con el tiempo. Con 22 es imposible, con 25 muy difícil, con 28 llegas a equilibrio mental-físico. Enseñarle a un niño es imposible. Tiene que pensar tantas cosas... Me daba igual 10.000 o 100.000, en ese minuto estoy solo. Una vez en Bilbao, en una Supercopa, cuando botaba hacían un ruido, pero sólo me di cuenta cuando vi el partido. Da igual lo que haces, pero tienes que tener una rutina. Bailar, hacer piruetas, pero hacer algo tuyo, sólo pensar en eso sea el primer o el último tiro. Si pensabas algo distinto, fallas. Ya en el Unicaja no me importaba tanto el ruido, ya en el Barça mejor, en el Galatasaray acabé con un 80% en tiro libre".

Formación

"He visto un mundo diferente. Tenía mis valores y creencias en Senegal. En Alemania aprendí la disciplina, otra manera de ver la vida, el trabajo duro. En España, la importancia de la familia, la comida, la gente amable... He ido forjándome años tras años después de las experiencias que he vivido. Soy un ciudadano universal. Tengo algo de Senegal, Alemania, España, EEUU... He vivido en ciudades espectaculares y he aprendido algo, soy una persona muy diferente. De lo que más orgulloso estoy es que he podido ofrecer otra vida a gente de mi familia, es más importante que trofeos y títulos".

Niños

"No obligué a mis niños a jugar. A Jean-Paul con seis años parecía que no le gustaba. Le dije que probara otros deportes. Hizo tenis y decía que estaba aburrido. Quiso jugar fútbol, pero se quedó en el baloncesto. Si juegas, hazlo bien y con compromiso pero no al baloncesto por fuerza. Intento enseñar a mis niños lo que aprendí de mi padre, ser duro, no dejarlo dormir más allá de las 9. Acuéstate a la hora que quieras pero a las 9 estás arriba. Todo el mundo que tiene éxito en la vida se levanta temprano. Hubo una cosa que Diego Vázquez, preparador físico del Unicaja, me contaba. Su padre trabajaba de noche, venía sobre 5-6 de la mañana, pero se quedaba despierto, desayunaba con los niños y los llevaba al colegio. Y entonces se iba a dormir. Y le preguntaron que por qué no se acostaba. Y le dijo que "si te levantas y me ves dormido vas a pensar que así es la vida de fácil". Me marcó esa frase. No puedo enviarlos a pescar o al campo. Pero que hagan algo, para que sepan que cualquier cosa que haces hay que trabajar duro".

Padres y formación

"He visto muchas cosas que no me gustan. Hay padres que le dicen a sus hijos qué tienen que hacer. Es una falta de respeto al entrenador y distraes a tu hijo, que tiene que estar pendiente de otra cosa. Vete a disfrutar y respeta lo que te dice el entrenador. Después, si quieres, habla de por qué no has corrido, por qué no cogiste ese rebote, cosas de valores. Si quieres tirar, coges más rebotes. Hablarle al árbitro no lo puede hacer un padre. No son profesionales, vienen a ayudar, hay que quitarles esa presión. El baloncesto es un deporte noble. Sólo puede venir del niño querer, no presionarle para que haga el deporte. Que los chicos disfruten del deporte. Si tiene talento y físico, ahí sólo puede decidir. Sólo tú puedes sacrificarte. Hay que crear el clima y que el niño le guste. Nowitzki dijo que todo era 90% trabajo y 10% talento. La suerte es encontrar la persona adecuada, pero hay que estar en la situación. Si no decido jugar al baloncesto no encuentro a Holger. Haz tu parte y Dios hará la suya. Hay que tener suerte. El baloncesto tiene valores como deporte de equipo y sacrificio. Juega para disfrutar. Que el 1% sea profesional, que el que no lo sea  disfrute. Que sea noble para siempre, que tiene cosas bonitas".

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