Unicaja Baloncesto

Berni, Cabezas y Carlos Suárez

  • El capitán se convirtió en el tercer jugador con más partidos en la historia del club

  • "Siento este club y esta ciudad de un modo muy especial, Málaga es mi hogar", dice

Carlos Suárez sonríe en un entrenamiento.

Carlos Suárez sonríe en un entrenamiento. / Javier Albiñana

Pocas horas después de que el Unicaja consiguiera la victoria en Tenerife, Carlos Suárez estaba junto a Alberto Díaz y Jaime Fernández en primera fila tras una canasta animando a sus compañeras a conseguir el ascenso a Liga Femenina 2. Un síntoma de la implicación del capitán, que en tierras canarias consiguió otro registro histórico, se convirtió en el tercer jugador de la historia del club con más partidos jugados.

Con 343 encuentros, Carlos Suárez superó a Fran Vázquez. Tiene por delante a Carlos Cabezas (505) y Berni Rodríguez (683). Este verano hay opciones de ampliación de su contrato por dos años más y lo previsible es que Suárez siga y tenga oportunidad de seguir escalando, aunque debería completar al menos tres campañas más para llegar a Cabezas.

El propio jugador explicaba su sentir. "Hace seis años tomé una decisión que cambiaría mi vida para siempre, elegí a Unicaja. Y aquel giro me llevó a conocer una manera de entender el baloncesto, un modo de vida, una ciudad maravillosa y una gente muy especial", decía en un mensaje a través de las redes.

"Mirar atrás da incluso un poco de vértigo a estas alturas, ser el tercer jugador con mayor número de partidos en la historia del club es un honor, una responsabilidad y un privilegio. Siento este club y esta ciudad de un modo muy especial, Málaga es mi hogar. Y lo único que deseo es poder seguir disfrutando, continuar sintiéndome agradecido por tanto cariño y tanto apoyo, dando como siempre mi esfuerzo de manera innegociable", proseguía Suárez.

"Por lo vivido y por lo que queda por disfrutar, sigamos esta aventura maravillosa. ¡Viva Málaga, viva Unicaja!", sentenciaba el capitán, que es de lo que cree que la temporada no está acabada y que aún se puede hacer algo grande.

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