Un buen núcleo de jugadores nacionales, mientras sigan existiendo los cupos, garantiza competitividad. Bien lo sabe el Unicaja, que está padeciendo las bajas de sus jugadores españoles. Afectan en la flexibilidad para recomponer la plantilla y se nota su baja en la pista porque, por los menos en el club malagueño, los jugadores de formación no son precisamente de relleno.

En los primeros pasos de la planificación de la próxima temporada se ha recabado información de los jugadores de proyección nacionales. La operación de Jaime Fernández ha resultado una apuesta formidable. Se rastrea ese perfil de jugador, listo para crecer en Málaga, pujante y con hambre. En las apuestas en los últimos años por jugadores españoles en el último lustro largo ha habido de todo. Carlos Suárez, las recuperaciones de Fran Vázquez, Germán Gabriel y Txemi Urtasun, Sergi Vidal y Dani Díez, la consolidación de Alberto Díaz, ahora la de Jaime Fernández... Rendimiento medio-alto con alguna excepción.

En esa prospecciones, uno de los nombres por los que se ha preguntado es el de Darío Brizuela. El jugador vasco ha explotado esta temporada en el Movistar Estudiantes. Se ha publicado el interés del Valencia Basket, pero la realidad es que la práctica totalidad de los equipos de zona alta han pedido información por Brizuela, que este próximo mes de junio acaba contrato. Y el Unicaja es uno de ellos. Canterano estudiantil, firmó en 2016 un contrato trianual que ahora se extingue.

Brizuela tiene un perfil similar al de Jaime Fernández, con el que comparte representante, aunque tienen sus matices diferentes. 15.5 puntos por partido es la media que tiene por duelo el exterior, que está concentrado ahora a las órdenes de Sergio Scariolo para los partidos de la selección. Buen amigo de Alberto Díaz, comparten generación, y ex compañero de Jaime, tiene dónde recabar información. El Movistar tiene el derecho de tanteo sobre él.

Otro nombre codiciado es el de Carlos Alocén, que a sus 18 años está teniendo minutos de calidad con el Tecnyconta Zaragoza y que ahora también fue citado para debutar con la absoluta en este periplo de dos partidos ante Letonia y Turquía. Es un jugador con mucha proyección pero una apuesta menos contrastada. Sucede que los equipos de Euroliga le han echado el ojo. Renovó el verano pasado en Zaragoza, pero tiene una salida no muy asequible.

Los escenarios cambian con la presencia en la Euroliga del Unicaja o no. Ahora mismo está en cuarta posición en la ACB por detrás de los tres con licencia. Queda casi toda la segunda vuelta para fortificar ese puesto y rematar en los play off y también queda el comodín de la Eurocup si se aspira a estar con los mejores. De fondo, está la posibilidad de recuperar a los malagueños que se licencian en la NCAA, Francis Alonso y Rubén Guerrero, para retenerlos o cederlos. Aún queda mucha temporada, pero el Unicaja trabaja, como es su deber, también pensando en el futuro a medio plazo.