El Unicaja va a estrenar la Basketball Champions League a domicilio, en la pista del Sassari italiano. Una vez superado el ensayo de la fase previa, que se resolvió con solvencia, y habiendo comenzado la liga con una victoria y una derrota, toca mirar a la competición europea. El conjunto italiano es el primer rival de los malagueños en el Grupo G, un equipo que viene creciendo tanto en la Serie A como en competición europea en los últimos años. 

La temporada pasada, los de Cerdeña acabaron la fase regular de la Seria A en sexta posición y superaron en cuartos al tercer clasificado, el Brescia, por tres a uno. En las semifinales de la competición doméstica fueron avasallados por el todopoderoso Armani Milán, que solventó la eliminatoria con tres victorias consecutivas. En contraste al buen papel en realizado en la liga, la BCL fue otra historia para Sassari, cayendo en la fase de grupos con una sola victoria por cuatro derrotas encajadas. Compartían grupo con el Tenerife, que acabaría siendo el campeón, el Prometey y el Ludwigsburg. 

Este verano han firmado cuatro incorporaciones: Tommaso Raspino, Jamal Jones, Chris Dowe y Chinanu Onuaku. Este último llega a Cerdeña para ser la estrella del equipo, tras una gran temporada en las filas del Bnei Herzliya israelí. Parecía que, por su rendimiento, el americano con pasaporte nigeriano apuntaba a miras mas altas, pero finalmente ha recalado en el Sassari, quien sabe si puede ser el puente a un equipo Euroliga o NBA. 

No sería la primera vez que ocurre algo así, algo parecido ocurrió con Marco Spissu. El frustrado fichaje del Unicaja en verano de 2021 acabó demostrando en el Unics Kazan y este pasado Eurobásket que tenía nivel para aspiraciones superiores a las del Sassari, del que fue canterano. 

El conjunto entrenado por Piero Bucchi llega la cita tras tropezar en la primera jornada en la pista del Varese, cayendo por 87 a 81. Los cajistas también cayeron en el debut ante Baskonia, pero en España ya se han jugado dos jornadas y pudieron rehacerse ante el Gran Canaria en el Carpena. El Unicaja debe dejar atrás las malas sensaciones del encuentro en Vitoria y aferrarse a lo positivo que se vio ante el conjunto insular. 

Es cierto que no fue un encuentro vistoso ofensivamente, salvo por el parcial de 19 a 2 en el tercer cuarto que valdría la victoria, pero ya lo dijo Ibon Navarro en rueda de prensa: "Si no podemos ganar anotando mucho, lo tendremos que hacer metiendo 60". Esta reflexión se suma a la línea de "crecer desde atrás" que pretende establecer el entrenador de los malagueños. Ante Baskonia el equipo bajo los brazos cuando se activo el vendaval de los vascos, pero ante el Gran Canaria se vio a un equipo que supo elevar el nivel físico y estar a la altura del encuentro. 

En esa reacción fue clave Ejim, que para Navarro fue el mejor del encuentro aún sin anotar. Acompañado por Alberto Díaz , Tyson Carter, Nihad Djedovic y Augusto Lima; los malagueños desplegaron una gran actuación defensiva liderados por el alero canadiense. Uno de los primeros frutos de esa plantilla más física que se ha confeccionado para esta campaña. Ahora toca empezar con buen pie la BCL, donde el Unicaja debería ser uno de los candidatos al titulo, aunque lo primero es demostrarlo en la pista.