El Martín Carpena vuelve a estar ocupado esta semana con un gran evento, la Copa de España de fútbol sala, y el Unicaja, algo corriente esta temporada, se ejercita en Los Guindos. Y allí, Luis Casimiro prepara un partido importante este miércoles ante el Joventut de Badalona, con mucho en juego en la Eurocup, con sólo siete profesionales. Este martes, el equipo se ejercita en el mismo sitio antes de partir rumbo a Cataluña. Sabrá si puede contar con Carlos Suárez, de los lesionados el que tiene un menor margen de riesgo a la hora de forzar por su fractura en el dedo, que le ha tenido parado desde la final de Copa, en la que ya jugó infiltrado y con dolores. Melvin Ejim también ha hecho trabajo en solitario a buen nivel, pero tras sus repetidas lesiones parece complicado que regrese en el Palau Olimpic.

La Euroliga exige la presentación de ocho fichas de jugadores. El Unicaja no puede contar con Simonovic y Bouteille, sus últimos fichajes. La consulta que se hizo al organismo fue rechazada. Desde antes de la cuarta jornada del Top 16 no se puede inscribir a nadie. Es un detalle a mejorar de la competición, que ha tenido este año un parón de un mes por las copas nacionales y la ventana de selecciones. Tramos en los que hay contingencias, como se ha visto no sólo en el Unicaja, sino en más equipos. Pero, suele pasar, sólo se acuerda uno de Santa Bárbara cuando truena.

Luis Casimiro tiene sanos actualmente a siete profesionales. Josh Adams, Darío Brizuela, Adam Waczynski, Deon Thompson, Frank Elegar, Volodymir Gerun y Rubén Guerrero. Se da la circunstancia de que tres jugadores son cincos puros, así que hay pocas combinaciones para no hacer un uso intensivo de varios jugadores. Ante el Real Madrid, Bouteille casi se comió 40 minutos. Adams y Brizuela superaron también la treintena, las faltas de Waczynski obligaron a forzar. Para completar las ocho fichas solicitadas, el Unicaja inscribirá a Ismael Tamba y Pablo Sánchez. No puede llevar a más jugadores del filial porque en la Eurocup hay que hacer una preinscripción antes de comenzar la temporada con jugadores vinculados, entre los que estaban Morgan Stilma, cedido en Villarrobledo, y los citados Sánchez, que ha tenido varias lesiones esta temporada, y Tamba, que lleva toda la temporada entrenando con el primer equipo. No cabían más.

Ese es el panorama. El regreso de Carlos Suárez permitiría aliviar algo, incluso teniendo algún minuto como tres para dar refresco a un perímetro que, lógicamente, también corre el riesgo de cargarse por exceso de uso. Es cierto también que, si es en periodos de uso cortos, los jugadores dan un paso adelante ante la perspectiva de tener minutos y amplio protagonismo. Pero la perspectiva es que Adams, Waczynski y Brizuela tendrán un minutaje muy amplio en este primer encuentro en Badalona, que es importante porque, de ganarse, se certificaría que hay factor cancha en semifinales y, si el Partizan no llega, en la final. Una ventaja, sin duda, bastante clara y que da valor a un partido en el que el Joventut no se juega nada pero en el que, sin duda, competirá. De hecho, los verdinegros se quedaron fuera de la competición porque perdieron en un partido en el que el Andorra ya estaba eliminado.

El equipo se quedará en Badalona hasta el domingo, después de que el sábado por la noche se juegue ante el mismo rival en la ACB. Por ello, se desplazan Simonovic y Bouteille, que sí podrán contribuir. Mientras tanto, Casimiro hará encaje de bolillos para que el equipo compita este miércoles.