Examen de altura

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Tel Aviv es la nueva parada del Unicaja para abrazar el ecuador europeo

Llegan los cajistas con el deseo de estirar la mejor dinámica del curso

Morayo Soluade, Alberto Díaz e Ignacio Rosa. / Jesús Mérida
Jesús María Noguera

Málaga, 28 de diciembre 2017 - 02:05

Es uno de los buques insignia históricos de la Euroliga. El Maccabi Tel Aviv y el Menora Mivtachim Arena, otrora La Mano de Elías, dan caché a la mejor competición a este lado del Atlántico. Seis entorchados son su hoja de presentación, la mitad de ellos en este siglo. El último en 2014, en Milán, rompiendo moldes. Con Tyrese Rice enamorando a una parte del planeta y a la mitad del otro. Datos que dan alcance de la exigencia por donde se mueve el equipo israelí, por mucho que ahora sus proyectos no sean tan boyantes como antaño.

Meses después de dominar Europa, ya con Blatt en Cleveland y el base americano en Moscú, el Unicaja asaltó el pabellón macabeo. De 2015 data la última pica puesta en Tierra Santa, con Plaza a los mandos ya. Antes se pusieron tres más, en 9 visitas totales. Grato balance.

El Maccabi renovó por completo su plantel, dando llegada a Cole, Jackson o Bolden

De allí quedan el técnico y un cuarteto de supervivientes. Buscarán Díaz, Díez, Nedovic y el capitán Suárez, junto con el resto del plantel cajista, estirar el chicle. En el zurrón cayeron tres seguidos, lo que permite otear el play-off. Por el otro lado de la línea se asoma el rival de esta noche, lo que evidencia el empujón que supondría salir con una sonrisa de Tel Aviv. Significaría llegar al ecuador con un más que digno 7-8, cerca del anhelado 50%.

No podrá contar Plaza con Milosavljevic, que padece una distensión muscular psoas derecho, de la que se desconoce el momento donde hizo acto de presencia. Guardará reposo en Málaga el serbio, que tampoco echará una mano en Bilbao. Su pasaporte pasa a manos de Soluade, que tiene que aprovechar cualquier rendija para colarse y ganar algo de hueco. El que debe echar toda la carne en el asador es Dani Díez, con cierto terreno perdido en las últimas semanas. Sacó la cara ante el Khimki, dejando claro que aún no ha entregado la cuchara. Esta noche se le presenta otra coyuntura propicia para levantar la mano.

Spahija tampoco tiene vacía la enfermería, que ahora habita DeShaun Thomas, que estará tres semanas fuera por una lesión en la rodilla. Baja sensible para los locales, puesto que el ex azulgrana está recuperando el rendimiento en la región de Gush Dan que llamó la atención en la Ciudad Condal.

No se vestirá el alero, pero sí lo harán una buena nómina de jugones. La entidad de Shimon Mizrahi, que suma casi 50 años en el cargo, le cambió el nombre a todas sus piezas, menos a una. Sobrevive el joven Itay Segev. Llegaron tipos con mucho talento como Norris Cole -campeón de la NBA con Miami Heat a la vera de LeBron James-, Pierre Jackson -sondeado por el Unicaja en verano- o Jonah Bolden, todos en el radar americano. Volvió Alex Tyus y también se unieron complementos con kilómetros, Roll y Parakhouski.

Propone el encuentro varios duelos individuales de alto nivel, de jugadores con duende. Por ahí puede declinarse el asunto. También en la lucha por el rebote, entre dos de los conjuntos más poderosos en esta suerte. Deberá hacer frente el Unicaja a un plantel de un poderío físico grande.

Si campeonar en Barcelona dio moral, abrazar la hazaña en Tel Aviv es otro impulso monumental. Para seguir sumando confianza, para seguir escalando en Euroliga y para aterrizar en Bilbao en la cresta de la ola.

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