Eyenga, con el cuchillo en la boca

El congoleño ha contagiado energía desde el primer día ante una oportunidad única

Eyenga, pensativo, antes de un entrenamiento del Unicaja. / Javier Albiñana
J. M. Olías

Málaga, 23 de mayo 2017 - 02:15

Cuando sus agentes llamaron a Christian Eyenga hace dos semanas y le expusieron la posibilidad de venir a Málaga, el alero congoleño entrenaba en Varese para mantener la forma por si surgía la oportunidad de reengancharse a los play off de una Liga interesante. El africano tuvo un presentimiento claro y una súplica. "Cuando me lo dijeron sentí que era un regalo para mí, una gran oportunidad. Pedí que saliera con todas mis fuerzas", decía el domingo en el vestuario del Carpena. Desbordó ilusión en su presentación y su puesta en escena fue impresionante. Nadie podía adivinar tal impacto en un partido como el que tuvo ante el Tenerife, pero pronto sí advirtieron técnicos y compañeros que la actitud de Eyenga era muy positiva.

Quienes han compartido entrenamientos o le han observado señalan que ha venido con la ilusión de un junior y con la voluntad de quien quiere montarse en un tren en marcha. Entrenamientos a máximo nivel desde el primer día, sesiones extras con los técnicos cajistas para conocer los sistemas lo más rápido posibles y predisposición para integrarse con su dominio de los dos idiomas del vestuario, el español y el inglés. Después de jugar con 20 años en la NBA cuesta readaptar expectativas y en ese proceso está al alero. Eyenga ha jugado en anteriores temporadas en equipos menores de Euroliga (Zielona Gora o Dinamo Sassari) o en el histórico pero modesto a día de hoy Varese. Joan Plaza tenía buenas referencias de Eyenga, que vino casi de adolescente al Joventut de Badalona, casa en la que estuvo casi dos décadas el técnico cajista. De su ética y capacidad de trabajo. Alabó Plaza, en un gesto que no suele regalar, la habilidad de la dirección deportiva para acelerar el fichaje de Eyenga en cuanto se informó de la lesión de Waczynski.

No se puede esperar una prestación numérica continua al nivel del primer día, seguramente ni cercana. Pero sí el mismo brío, energía y capacidad para rebotear y dar físico al equipo en un tramo de temporada en que las fuerzas escasean. En cualquier caso, para la historia queda que Eyenga fue el temporero que mejor partido completó (21 puntos, cuatro rebotes y dos robos) desde que en la temporada 1987/88 Phillip Zevenbergen consiguiera en la pista del Oximesa Granada 28 puntos y 23 de valoración. Eso sí, permaneciendo en pista los 40 minutos de juego. Eyenga estuvo sólo 17. Más recientemente, Juan Dixon debutó con 20 puntos en Fuenlabrada. Pero pocas cosas vistas como el debut de Eyenga.

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