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Una rotura de la placa plantar de su mano izquierda ha tenido a Ismael Bako (Lovaina, 1997) fuera casi un mes de combate. Estaba siendo una de las sensaciones de la BCL y de la ACB entonces. Regresó y empieza a coger el ritmo. "Me siento impresionante, estoy muy feliz por volver a estar con el equipo y por jugar un partido tan importante, cerca de una Final Four y eso nos da una extramotivación. Son muchas emociones e intentaremos hacerlo bien, mucha gente nos apoya y sabemos que podemos hacerlo", decía el pívot belga en la víspera de la visita del Unicaja.
10.8 puntos y 6.1 rebotes en la ACB (13.3 de valoración) y 9.2, 7.2 y 14.3 en la BCL son los promedios del pívot de 2.08 metros, que tras iniciarse en el Leuven de su ciudad natal y pasar dos años en el Antwerp dio el paso al Asvel Villeurbanne francés para jugar la Euroliga. Fue una apuesta del joven Xevi Pujol, director deportivo del Baxi, de apenas 31 años y compañero de generación de Ricky Rubio y precisamente Dani Pérez, el timón de cuadro catalán, a los que se enfrentó en la primera Minicopa de la historia, jugada en el Pabellón de Arquitectura de Sevilla, con el equipo manresano y los rivales en el Joventut y el Barça. Dejó la pista por los despachos. Certera apuesta, como las de Moneke, Francisco o Thomasson. En un mercado amplio pero con perlas selectas, es básico encontrar pepitas doradas pero que se adapten a la idea que propone el club y el entrenador.
Bako es un joven de 24 años con raíces africanas a través de su padre, natural de Benin. Comprometido con sus orígenes. En verano viaja hacia allá y contribuye con una Fundación a intentar mejorar el nivel de vida e intentar disminuir la desnutrición de uno de los países más pobres de una zona ya de por sí depauperada. Con Thomasson y Moneke ha hecho grandes migas en Manresa y protagonizó una imagen viral cuando se subió a cantar en medio de un partido con los aficionados para celebrar una victoria. "Lo que ocurre en este pabellón es algo extraordinario, no es normal. La manera en la que animan, pero también respetando al otro equipo, no dudamos de que eso nos da mucha energía y nos ayuda", decía ayer. Será una ganga en el mercado el próximo verano. Ya al Unicaja le dio problemas en el partido de ACB jugado.
"No podemos menospreciar a ningún equipo, el Unicaja está peleando con nosotros para ir a la Final Four. Ellos ya hemos visto que son muy buen equipo e intentaremos ganarles. Si nos aproximamos el partido bien, si hacemos caso al scouting y al entrenador y confiamos en nuestros compañeros todo es posible", remataba Ismael Bako, un jugador hiperactivo y omnipresente en la pista, con una movilidad enorme para su altura y una energía desbordante.
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