Puede marcharse satisfecho Jaume Ponsarnau de Málaga. Dio una imagen interesante el Surne Bilbao Basket en el Carpena, que por momentos fue capaz de reducir las virtudes del Unicaja, con acierto y eficacia en un plan de partido que funcionó durante más de tres cuartos. "Hemos empezado mal el partido, a nivel de energía con respecto a ellos, en cada balón corrían y sacaban ventaja; pero moviendo el banquillo encantamos la energía adecuada y la inspiración. Hemos aprendido a estar en el partido, incluso ponernos por delante, que creo que lo pudimos acentuar algo más. Ellos tuvieron capacidad en algunos balones divididos, palmeos, situaciones de uno contra uno. Supimos que tras el descanso, iban a ser mas duros; desde la paciencia y el dinamismo, estábamos jugando. Hay un punto de inflexión, que son triples nuestros fallados, algún palmeo, triples que le dejamos lanzar o fallos nuestros; y la lesión de Xavi (Rabaseda), que nos ha afectado. A ellos le estaba costando defender el poste bajo. Se han impuesto. Hemos bajado los brazos, pero hemos sacado una propuesta buena de 30 minutos. A pensar en el partido que tenemos el miércoles de Europa", explicaba el técnico en sala de prensa.

Apuntaba al ritmo que impuso el Unicaja en el último tramo. " "Es sumamente complicado porque tiene mucho físico. El Unicaja hace una cosas muy bien, que es mover las energías entre todos, confianza en trece jugadores de la plantilla; es una propuesta de mucho éxito y que les va a a llegar muy lejos. En nuestro caso tratar de aprender de los minutos buenos que hemos hecho". Un parón por el reloj que también afectó a los bilbaínos, aunque su equipo fue capaz de reponerse, ya en el ecuador del primer cuarto. "Estábamos ansiosos de empezar, después de tres semanas sin jugar. Son circunstancias y esta vez tratamos de adaptarnos, los árbitros han sido conscientes de la situación y han dejado calentar, que es importante para no tener lesiones, pese a que Xavi le han roto la cara".