La carrera de Perry ha ido progresiva. Tras finalizar su ciclo universitario en Youngstown State en 2014, el jugador nacido en Ocoee (Florida), que puede jugar tanto en la posición de base como la de escolta, dio sus primeros pasos en el profesionalismo en Australia, en los Sydney Kings, y en Iowa Energy de la G-League antes de aterrizar en Europa. Jugó en Hungría (Elis Komend) y en Macedonia (Karpos Sokoli Skopje) donde lideró el ranking de recuperaciones (2016-17) hasta llegar al Nizhny Novgorod (2017-18) con el que jugó la VTB y la BCL. En la 2019-20 jugó en el BC Mega Bemax de Belgrado donde promedió 20,8 puntos de media por encuentro, lo que le puso al frente de la clasificación de anotadores de la ABA League, y la temporada siguiente se unió al KK Cedevita de Eslovenia.

Esta temporada recién terminada, fichó por el Panathinaikos con el que debutó en la Euroliga, con una media de 4,8 puntos, 1,7 rebotes y 1,6 asistencias por partido. En enero fichó por el Buducnost Voli Podgorica con el que que jugó la Liga Adriática (10,5 puntos, 3 asistencias y 1,1 recuperaciones) y Eurocup (10,1 puntos, 2,5 rebotes y 3,4 asistencias). 

Durante este camino, sumó a su palmarés una Copa de Macedonia en 2017, la Liga y la Copa de Hungría en la 17-18 y esta campaña, la Copa de Montenegro con el Buducnost. 

Es el primer fichaje y pueden llegar ahora con mayor celeridad una vez caída la primera pieza del dominó. Con Alberto Díaz y Darío Brizuela comienza la construcción del perímetro. Perry es un buen defensor, agresivo, que va en la línea de mejora física y atlética que se pretende implantar en la plantilla.